El presidente Donald Trump insiste en su teoría del fraude en las elecciones norteamericanas y la puesta en duda del conteo de votos.
En un tuit reciente, el presidente dijo: “Anoche estaba liderando, a menudo sólidamente, en muchos Estados clave, en casi todos los casos controlados y controlados por los demócratas. Luego, uno por uno, comenzaron a desaparecer mágicamente a medida que se contaban los votos del vertedero. MUY EXTRAÑO, ¡y los "encuestadores" lo entendieron completa e históricamente mal!”.
Pasadas las dos de la madrugada en la noche electoral, y faltando todavía por recontar casi 1,4 millones de votos por correo, el presidente Donald Trump se declaró ganador de las elecciones en Estados Unidos y anunció que apelará al Tribunal Supremo para garantizar la integridad de las mismas.
En otro de los tuits de esta mañana, Trump volvía a la carga: “Están encontrando votos de Biden por todas partes: en Pensilvania, Wisconsin y Michigan. ¡Qué mal para nuestro país!”.
En un acto convocado en la Casa Blanca, el presidente afirmó: "Esto es un fraude al pueblo estadounidense. Una vergüenza para nuestro país". En la recepción preparada para 250 invitados, el presidente aseguró que "íbamos ganando y de repente… se cae todo".
"Estábamos a punto de celebrar una gran victoria y de repente…", insistió. Después de meses preparando el terreno, Trump se declara dispuesto a cumplir su amenaza de impugnar el recuento de votos. En las últimas semanas ha repetido el mensaje de que el aumento del voto por correo debido a la pandemia podría dar lugar a un fraude electoral.
En otro de sus tuits de hoy, el presidente Trump insistía: "Están trabajando duro para hacer desaparecer lo antes posible la ventaja de 500.000 votos en Pensilvania. ¡Del mismo modo, en Michigan y en otros!". Este, como otros de los recientemente publicados por Trump, ha sido marcado por la Política de integridad cívica de Twitter.
El desconocimiento del resultado de las elecciones era un temor extendido entre algunos expertos y comentaristas. La situación resulta inédita en unas elecciones norteamericanas. Aunque todavía no se ha producido oficialmente, declaraciones como las de anoche generan preocupación entre los ciudadanos que temen se produzcan desórdenes y altercados entre partidarios de uno y otro candidato.
"Francamente, hemos ganado las elecciones. Nuestro objetivo ahora es garantizar la integridad de las mismas. Iremos al Tribunal Supremo. Es un momento muy triste", decía ayer Trump, en lo que constituyen unas declaraciones arriesgadas. Lejos de calmar los ánimos, el presidente busca movilizar aún más a sus encendidos partidarios.
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