La casa de la activista cubana Anyell Valdés Cruz fue rodeada por varias patrullas de la policía en la noche de este domingo, mientras se encontraban de visita en el lugar Jorge Luis Arias y Adrián Rubio, los tres integrantes del grupo que se acuarteló en la sede del Movimiento San Isidro (MSI) en el mes de noviembre.
Hasta tres patrullas rodearon la vivienda poco después de una transmisión en directo en la que los tres activistas habían escuchado y coreado un rap que Al2 el Aldeano y Silvito el Libre dedicaron a Miguel Díaz-Canel.
"A nosotros nos dicen terroristas pero cuál es el terrorismo, ¿hacer una directa por Facebook?”, cuestionó el activista Jorge Luis Arias durante una transmisión -cuando ya estaban rodeados por la policía- que se cortó de forma abrupta. “Es el terror que nos tienen, nos tienen pánico”, comentó por su parte Adrián Rubio.
“Es tal el miedo de esta dictadura que envían a 3 patrullas y sus respectivos represores como si ellos fueran criminales. Este régimen es tan paranoico que se piensan que 3 personas van a tumbar a la dictadura y forman este circo. En estos momentos ellos están sin internet”, comentó Iliana Hernández en Facebook. “¿No les da vergüenza hacer ese ridículo?”, añadió la reportera de CiberCuba.
Antes de ser rodeados por la policía y de que les cortaran internet, los activistas habían celebrado a través de una publicación en Facebook el poder estar juntos a pesar de las circunstancias represivas que imperan en la isla, y en especial del acoso a que han sido sometidos en los últimos dos meses los Acuartelados de San Isidro.
“Estamos reunidos Jorgito, Anyell y Adrián a pesar de las circunstancias represivas del régimen. Familia, no lo duden, estamos todos súper conectados. Viva Cuba Libre”, habían escrito previamente en la citada red social, dando cuenta del encuentro.
En una transmisión posterior por 3G, Jorge Luis Arias invocó el Artículo 54 de la Constitución cubana que, según recordó, supuestamente garantiza la libertad de expresión en Cuba, derecho que el régimen pisotea constantemente.
"¿Dónde está la libertad de expresión de nosotros?", cuestionó por ni poder oír una canción. El joven insistió que a él no le paga nadie por pronunciarse contra el Gobierno, y precisó que lo hace porque está cansado, como argumenta que lo está también el pueblo de Cuba.
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