El incremento de casos positivos al coronavirus en Holguín en lo que va de 2021 ha llevado a las autoridades a aumentar las capacidades en centros de aislamiento en la provincia del norte oriental de Cuba, aunque en las últimas horas los casos diagnosticados parecen disminuir.
Dentro de los centros habilitados se encuentra el estadio Mayor General Calixto García Íñiguez, que ha cedido sus instalaciones para alojar casos sospechosos al coronavirus desde el 17 de febrero, según informaciones del semanario local ¡Ahora!.
En el complejo deportivo permanecen alrededor de una veintena de pacientes y cuenta con la asistencia del Centro Provincial de Medicina Deportiva en colaboración con la Dirección Provincial de Deportes y del combinado deportivo Pedro Díaz Coello en labores de apoyo, atención médica e higiene.
Según declaraciones de Reinier Ochoa Mastrapa, director del Centro Provincial de Medicina Deportiva en Holguín, “las personas que atendemos en el estadio se encuentran internados en los dormitorios de los atletas del equipo de béisbol de Holguín de la primera categoría y los atletas discapacitados, o sea, que tienen buenas condiciones de vida y atención”.
Con 66 trabajadores, entre los que se encuentran médicos, fisioterapeutas, psicólogos y enfermeros, el Centro Provincial de Medicina Deportiva brinda servicios a atletas y a la población, en diversas áreas de la salud incluyendo cardiología, ortopedia, nutrición y medicina general integral. El Centro cuenta además con una Clínica del Dolor, que goza de alta demanda a pesar de la escasez de medicamentos y recursos que también le afecta, según un reporte de la emisora provincial Radio Angulo.
Además del estadio holguinero, está habilitada como centro de aislamiento la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) “Pedro Díaz Coello” de Holguín en la que, según informaciones del telecentro provincial, “se encuentran contactos de casos confirmados al nuevo coronavirus”, aunque sin precisar cifras.
El citado medio asegura que la EIDE cuenta con personal de apoyo y especializado del propio organismo deportivo que asisten a los alojados y velan por el cumplimiento de las medidas de bioseguridad establecidas. A saber: uso obligatorio de la mascarilla, distanciamiento social, suspensión de las visitas, así como la desinfección de las manos y superficies, entre otras.
En las redes, sin embargo, no todos los comentarios sobre el funcionamiento de estas instalaciones son tan halagüeños. El pasado 20 de febrero, el doctor y activista cubano Alexander Pupo Casas denunció en sus redes sociales que más de una docena de neurocirujanos llevaban una semana en la EIDE de Holguín esperando por que se les realizara un examen PCR.
"Aunque no se quejan de la comida y el trato, es una falta de respeto que los especialistas y residentes en Neurocirugía de Holguín estén aislados en una escuela deportiva y no sepan todavía si tienen la enfermedad", denunció Pupo Casas.
El doctor, quien fuera expulsado de su especialidad en Neurocirugía por sus opiniones políticas, señaló entonces que "al parecer en Holguín existen problemas para hacer la prueba PCR en tiempo, incluso a algunos pacientes les dicen que no se la van a hacer".
Varias han sido las denuncias de cubanos por la falta de ambulancias para la transportación hospitalaria, la no disponibilidad de camas en centros de aislamiento e irregularidades en el procesamiento del examen PCR en diferentes partes del país.
En La Habana, una madre y su hija tuvieron que esperar tres días por una ambulancia que las trasladara hacia el centro donde debían recluirse luego de dar positivo al COVID-19. También, desde el oriente de Cuba, una doctora no pudo ingresar al hospital por falta de camas, mientras que en Ciego de Ávila otra joven denunciaba la precaria situación de higiene y alimentación en estos centros.
Actualizaciones recientes del Ministerio de Salud Pública indican una reducción en casi un 50% de los casos positivos en la provincia de Holguín. En cuanto al por ciento que estos representan en relación con los exámenes realizados, no es posible establecerlo en tanto las autoridades no ofrecen estadísticas constantes de la cantidad de PCR realizados en el territorio. Esto impide determinar si son los casos positivos los que están disminuyendo o los exámenes para determinar la enfermedad.
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