Al menos siete estudiantes fallecieron el martes por la mañana después de caer del cuarto piso de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), ciudad aledaña a La Paz, Bolivia, informó el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo.
"Hasta el momento tenemos el reporte de cinco personas muertas y tres personas en terapia intensiva después de lo ocurrido en instalaciones de la #UPEA", escribió el funcionario en su cuenta de Twitter.
El accidente ocurrió en el edificio de la Facultad de Ciencias Financieras, donde varios universitarios se aglomeraron a lo largo de un pasillo para asistir a una asamblea estudiantil.
La baranda metálica de seguridad se rompió y varios estudiantes cayeron al vacío en medio de gritos de desesperación.
En el perfil de Facebook de la Facultad numerosas personas criticaron las condiciones del centro.
El diario boliviano El Deber, que publicó los nombres de los heridos y fallecidos, explicó que antes de la reunión se produjo una pelea, que quedó registrada en las cámaras de seguridad de la universidad, cuyos videos están en manos de la Policía.
Las imágenes muestran el forcejeo de dos jóvenes: una de ellas cayó al piso, desde 16,7 metros de altura, luego de que cediera la baranda por el tumulto producto del enfrentamiento entre dos bandos.
El comandante nacional de la Policía boliviana, Jhonny Aguilera, señaló que la joven será llamada a declarar, así como el resto de los protagonistas de la trifulca, quienes están siendo identificados.
“Por el momento, se entiende que hubo una disputa de dos frentes, lo que ha provocado que la dirigencia que convocó a esta reunión se aloje en el quinto piso”, adelantó Aguilera en conferencia de prensa.
También serán convocados a prestar su declaración tres guardias de seguridad de esta universidad pública, situada en el municipio paceño de El Alto.
De los siete universitarios fallecidos (cuatro varones y tres mujeres), tres murieron instantáneamente tras la caída, mientras que otros dos antes del mediodía, en el hospital Boliviano Holandés. Posteriormente, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELC) reportó el deceso de otros dos, con lo que hasta el momento suman siete.
Las autoridades señalaron que los cuerpos serán entregados directamente a los familiares de las víctimas para "evitar los trámites que pudieran demorar su entierro si son llevados a la morgue”.
“Se ha iniciado una investigación de oficio y esperamos identificar a los responsables de este hecho, porque existía una gran cantidad de personas, lo que está prohibido por la pandemia a causa del coronavirus”, explicó a El Deber el director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, Alberto Aguilera.
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