El líder opositor José Daniel Ferrer denunció este jueves que el gobierno cubano dificulta el acceso a internet a los activistas de Unpacu y se encuentra construyendo un muro detrás de la sede de organización en el oriente de la isla.
Asegura que no han podido transmitir en vivo sus habituales directas, en las que expone la crisis social en Cuba, y que ahora su libertad está siendo amenazada con la construcción arbitraria de un muro detrás de su casa, la cual desde hace años sirve de sede al movimiento.
"Santiago de Cuba. El régimen de Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel nos ha reducido la velocidad de Internet de tal manera que no podemos transmitir en vivo ni enviar videos", dijo Ferrer en Twitter.
"Estamos bajo cerco y detenciones hace 4 días y para colmo, nos están levantando un muro por detrás de nuestro hogar", subrayó el líder del movimiento opositor Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), uno de los más representativos del país.
En las últimas semanas Ferrer y los miembros de su organización han sido acosados frecuentemente por las autoridades del régimen cubano, que intentan amedrentar la organización y detener la ayuda que esta ofrece a personas del oriente, especialmente de la provincia Santiago de Cuba.
El pasado 15 de marzo al menos 20 efectivos de la policía política sitiaron la sede nacional de la Unpacu y detuvieron a algunos de sus activistas. Desde entonces la familia de Ferrer se encuentra sitiada.
Dijo el líder de la oposición que ese día las fuerzas represivas cubanas impidieron a otros activistas llegar a la sede de Unpacu, donde garantizan alimentación a unas 200 personas que viven en "extrema pobreza".
Asimismo, mencionó que además fueron detenidas por la policía al menos seis personas, encargadas de la compra y elaboración de los alimentos.
Según indicó, los oficiales de la Seguridad también impiden a centenares de personas acercarse a su casa para recibir alimentos, medicamentos y otros servicios que se ofrecen en ella.
Recientemente Ferrer comentó que el régimen cubano realizó un acto de repudio frente a su vivienda y luego lanzó excremento contra las paredes de la casa.
Ahora construyen un muro por detrás de la misma, que constituiría un cerco represivo contra el activista y su familia.
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