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Marino que reclama impagos por invalidez se pregunta si faltan valores en Cuba por el embargo

Juan Alexander Morales achaca la enfermedad degenerativa que sufre a los 20 años que trabajó para la compañía Nordstrand. En 2018 escribió a Díaz-Canel y este le prometió que investigaría su caso, pero incumplió su promesa.

Juan Alexander Morales reclama una indemnización por su invalidez © CiberCuba
Juan Alexander Morales reclama una indemnización por su invalidez Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 2 años

Un marino cubano, enfermo tras trabajar 20 años para la naviera Nordstrand, se pregunta si la falta de valores que hay entre las autoridades cubanas que le niegan una indemnización por invalidez es también culpa del embargo comercial de Estados Unidos.

"No creo que todos esos valores morales por los que luchó Martí, que son difíciles de ver hoy en este país, se estén perdiendo por el bloqueo imperialista. ¿Será que esos valores vienen importados de EE.UU. y cuestan mucho dinero adquirirlos y el Estado cubano no tiene divisas para importarlos?", se pregunta Juan Alexander Morales, en una carta enviada a CiberCuba.

Además, acusa al general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, como responsable de Acemex, de no pagarle la indemnización que le corresponde por su discapacidad física

"Ya esto ha pasado con otros marinos de la misma naviera. Ha habido violaciones por parte de la entidad cubana Acemex a los marinos enfermos como yo, donde el señor López-Calleja ha tratado de no pagar las compensaciones", insiste.

Recientemente, El Nuevo Herald desveló que la compañía Acemex, con sede en el paraíso fiscal de Liechtenstein, ha servido desde 1984 para evadir el embargo comercial a Cuba. Según esta investigación periodística, este entramado de empresas permitió a Fidel y Raúl Castro pedir préstamos, comprar, vender y fletar barcos.

Una enfermedad degenerativa

Juan Alexander Morales sufre una enfermedad degenerativa y desde 2014 reclama al gobierno de la Isla una compensación económica por la discapacidad física que padece tras trabajar dos décadas reparando buques de la naviera Nordstrand.

En 2018, harto de que sus denuncias no prosperaran en los tribunales cubanos, Morales se puso en contacto con la oficina del gobernante Miguel Díaz-Canel. Para su sorpresa, el 21 de agosto de ese año lo citó María del Carmen Cedeño, jefa del Departamento de Atención a la Ciudadanía del Consejo de Estado, y le dijo que el sucesor de Raúl Castro había dado indicaciones para que se hiciera todo lo necesario para que la naviera Nordstrand le pagara una indemnización por su invalidez total.

Han pasado dos años y la promesa se la llevó el viento, pero Morales no se dio por vencido y más tarde contactó a Mercedes Linda, asesora legal de Díaz-Canel. Esta le pidió que le llevara la documentación del caso y le prometió que lo llamaría. Esa llamada nunca llegó.

En la carta que envió a Díaz-Canel, Juan Alexander Morales denunció a un funcionario de la naviera, de apellido Guzmán, porque en su opinión, hacía un uso supuestamente indebido del dinero de los trabajadores.

"Le dije que Guzmán era un funcionario corrupto y que todo el dinero que estaba robándole a los marinos era para desertar y no me hicieron caso. Ahora hace poco Guzmán desertó y no pasó nada", señala en la misiva enviada a CiberCuba.

"¿Por qué el gobierno se burla de sus ciudadanos, engañando, burlándose porque saben que no tenemos a dónde ir? Llevo 7 años reclamando y denunciando las arbitrariedades que han afectado mi salud, acelerando mi proceso degenerativo. He adelgazado, mi familia y mis amistades se preocupan por las condiciones en las que me encuentro", añade en la carta.

Según explica, hace poco cayeron en sus manos unos documentos con los que asegura que puede demostrar que Selecmar, la empresa estatal cubana que ofrece marinos a navieras extranjeras, junto con Nordstrand estarían cometiendo irregularidades con la indemnización que él considera le corresponde por su discapacidad. Entre ellas, cita la ausencia de los certificados médicos presentados, que demuestran que su enfermedad degenerativa ha sido consecuencia de su trabajo.

"Yo estoy seguro que el seguro que cubre a los marinos (P&I) de accidentes y enfermedades pagó mi compensación", afirma.

"Me he sentido desprotegido. No he tenido amparo legal. Se han violado mis derechos humanos y el Estado, en mi caso, ha violado la Convención Internacional de Derechos Humanos de Personas con Discapacidad y la Constitución de la República. ¡Hasta cuándo tendré que seguir en esta lucha!", se pregunta.

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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)


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