La Unión Eléctrica (UNE) pronosticó para este miércoles 21 de mayo una afectación máxima de hasta 1,770 MW durante el horario pico nocturno, como resultado de un grave déficit de generación en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Con una demanda estimada de 3,500 MW y una disponibilidad estancada en apenas 1,800 MW, el país enfrentará otro día marcado por apagones severos, prolongados y extendidos por todo el territorio nacional.
La UNE confirmó que el servicio estuvo afectado durante las 24 horas del martes y que la madrugada de hoy tampoco trajo alivio.
A pesar de ello, y en una aparente contradicción con los testimonios ciudadanos y el pronóstico realizado la víspera por la propia UNE, los datos oficiales reportaron una afectación máxima de solo 1,465 MW durante la noche anterior.
Esta cifra, publicada en la página oficial de Facebook de la entidad, discrepa del parte institucional emitido en el sitio web de la UNE, que habló de afectaciones de 1,565 MW a las 22:00 horas.
Esta inconsistencia ha sido recibida con escepticismo e indignación por una ciudadanía que, desde hace semanas, denuncia apagones de entre 18 y más de 30 horas en múltiples municipios del país.
A través de miles de comentarios en redes sociales, cubanos desde Villa Clara, Cienfuegos, Camagüey, Granma, Holguín y Ciego de Ávila han documentado apagones ininterrumpidos, alumbrones de solo dos horas al día y una rutina de insomnio, comida echada a perder y calor insoportable.
Sistema al límite y sin alivio a la vista
Según el parte técnico, a las 07:00 a.m. de hoy el SEN contaba con una disponibilidad de 1,800 MW ante una demanda de 2,950 MW, lo que ya generaba un déficit de 1,107 MW.
Para el mediodía se estima una afectación de 1,250 MW, y el pico nocturno será el peor momento del día, si se cumplen las proyecciones de la UNE.
Las principales causas del colapso incluyen averías en la unidad 3 de la CTE Cienfuegos y en la unidad 2 de la CTE Felton, cinco unidades fuera por mantenimiento en Santa Cruz, Nuevitas, Cienfuegos y Renté, y 289 MW inactivos por limitaciones térmicas.
A esto se suma la falta de combustible, que mantiene 43 centrales de generación distribuida fuera de servicio, y 97 MW adicionales paralizados por ausencia de aceite lubricante, lo que eleva la pérdida por esta causa a 380 MW.
Aunque los 12 parques solares nuevos generaron 1,233 MWh durante el martes, esta producción sigue siendo marginal frente a una demanda nacional desbordada. Sin una solución estructural ni inversión suficiente a la vista, el apagón ya no es una contingencia: es la nueva normalidad.
Entre cifras contradictorias y una población exhausta, crece la percepción de que los partes oficiales no reflejan la magnitud real del colapso energético cubano.
Hoy, como ayer, el país volverá a oscurecerse, mientras los números se ajustan… pero la realidad no.
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