El psiquiatra cubano Sergio Pérez cuestionó que los descendientes de los dirigentes de la isla tengan privilegios y "vivan como millonarios" en contraste con las carencias materiales que enfrentan la mayoría de los ciudadanos.
"Que eso suceda en Cuba es una descarada burla a la nobleza de un pueblo, al cual los padres de esos hijos, pidieron y aún piden, resistir y enfrentar carencias inimaginables", escribió el médico en su página de Facebook.
Aunque la reflexión del doctor Pérez no especifica ningún nombre, sí existen diferentes evidencias gráficas de la vida que se permiten los miembros de la familia Castro, sobre todo los más jóvenes, así como los hijos de otros dirigentes del Partido y Gobierno comunistas cubano.
Uno de los nombres que más polémica despierta es el de Sandro Castro, nieto del dictador Fidel Castro, que publica en sus redes sociales imágenes que muestran el estilo de vida que lleva, disfrutando de vehículos de alta gama, paseos en yates por el mundo y fiestas exclusivas.
Muchos cubanos opinan que esa generación solo aprendió a hacer lo que vio en casa, por eso son solo el reflejo de años de corrupción y falta de transparencia en una familia protegida por las leyes e instituciones, sin que nada ni nadie ponga límites al poder adquirido, salvo ellos mismos.
Este medio reveló de manera exclusiva cómo luce por fuera la mansión que mandó a reparar Mariela Castro, en Miramar, en medio de la pandemia del coronavirus. Aunque las fuentes consultadas aseguraron que la situación sanitaria detuvo el proceso de inversión, en el lugar se presentaron la hija de Raúl y su esposo Paolo Titolo para controlar de primera mano todo lo que acontece en el domicilio, que se adquiriría con el objetivo de ofrecerlo en el mercado inmobiliario de alquiler a extranjeros.
Otro nombre que estuvo envuelto en un escándalo de adquisición y alquiler de propiedades en Miramar es el de Vilma Rodríguez, nieta de Raúl, que promocionó en Airbnb un domicilio con capacidad para 10 huéspedes a 650 USD la noche, un precio reservado solo para turistas con elevados niveles adquisitivos.
El doctor Sergio Pérez se mantiene activo en las redes sociales y publica a diario textos en los que cuestiona al Gobierno cubano y critica sus medidas.
Cuando el artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara fue retenido en el hospital Calixto García, de La Habana, para impedir que continuase en huelga de hambre y sed, el experto decidió romper sus relaciones con la Sociedad Cubana de Psiquiatría por la falta de transparencia institucional que había en el caso.
Así mismo, criticó una cola para comprar comida en un policlínico de Bayamo, culpando al socialismo de la situación de desesperación que viven los cubanos.
“Esta es la ineficiencia socialista en la que hay que hacer esa cola para comprar, a un elevado precio, un poco de comida, cumpliendo el principio socialista de ponerte la vida difícil”, denunció.
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