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Continua odisea de familia cubana rechazada en México y varada en aeropuerto de Panamá desde hace casi un mes

Sergio García, su esposa Ilyu González y sus dos hijos se encuentran atrapados en una enrevesada madeja migratoria entre México, Surinam, Panamá y Cuba.

Familia cubana © Captura de pantalla/Diario La Prensa/AFP
Familia cubana Foto © Captura de pantalla/Diario La Prensa/AFP

Este artículo es de hace 2 años

La familia cubana que fue rechazada en México y que permanece en un limbo migratorio desde hace casi un mes en el aeropuerto Internacional de Tocumen, en la Ciudad de Panamá, continúa viviendo una odisea con tal de no ser devuelta a la Isla.

Sergio García, su esposa Ilyu González y sus dos hijos se encuentran atrapados en una enrevesada madeja migratoria entre México, Surinam, Panamá y Cuba, según reporte de AFP.

Aunque las autoridades panameñas insisten en buen trato a la familia cubana, según informaron en sus redes sociales, mantienen su negativa de dejarlos entrar al país centroamericano, donde permanecen varados en la sala 147 del aeropuerto de Tocumen desde hace casi un mes.

La familia García-González salió de Cuba en 2019 para instalarse en Surinam, pero el 11 de junio último viajaron hasta el polo turístico mexicano de Cancún, para pasar un fin de semana de vacaciones por el 16 aniversario de bodas.

Sin embargo, al arribar al aeropuerto internacional de Cancún, las autoridades migratorias mexicanas los declararon inadmisibles por “ser posibles migrantes”, relató González a AFP.

Como fueron rechazados debían volver al país de salida, pero al pasar el día 12 por Panamá los vuelos hacia su destino estaban suspendidos por las restricciones de la pandemia.

Allí esperaron seis días para volver a Surinam, vía Guyana, donde también fueron rechazados sin mayores explicaciones y regresados a Panamá, donde aún permanecen y pueden ser devueltos a Cuba, como la única opción posible, presentada por las autoridades migratorias.

Pero, según declaraciones de González, en la Isla ellos no tienen nada, además de que “fuimos perseguidos religiosos por ser Testigos de Jehová y allá no podemos volver”, y contar con una residencia en Surinam.

Los cubanos para poder viajar a México deben cumplir varios requisitos migratorios, pero pueden ingresar al país sin más permiso si son portadores de una visa estadounidense o Schengen de la Unión Europea.

“Los cubanos estaban en tránsito por Panamá. Al ser inadmitidos en México por portar visas falsas de la Unión Europea e Italia, de allí son devueltos por Guyana a nuestro país”, informó Migración de Panamá el 26 de junio último.

González asegura que México jamás le cuestionó la visa, que ese argumento solo lo escuchó en Panamá, aunque no descarta que haya podido ser engañada en Surinam durante el trámite.

La familia cubana, como no está dispuesta a regresar a la Isla, presentó una solicitud de refugio ante la Oficina Nacional Para la Atención de Refugiados (ONPAR), pero también se le fue negada.

El abogado Gustavo Peralta, de la ONG Centro de Asistencia Legal Popular, le extendió su ayuda para apelar por considerar que “esto no es cuestión de visas, esto es lo que menos importa (...) Aquí el camino es el tema de protección, garantizar a las personas el legítimo derecho de protección, de pedir refugio”.

Tras otro complejo proceso para hacer llegar los poderes de representación de la familia al abogado Peralta, ahora el asunto está en los tribunales panameños, los cuales deben decidir si la familia regresa a la Isla, donde fueron rechazados por sus creencias religiosas, o si son admitidos como refugiados en Panamá.

Mientras, los cuatro cubanos, dos adultos y dos menores, permanecen aún en la sala 147 del aeropuerto de Ciudad de Panamá, a la espera de un milagro que los saquen del limbo migratorio en que se encuentran desde hace casi un mes.

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