El abogado independiente cubano Sergio Osmín Fernández Palacios denunció al presidente Miguel Díaz-Canel ante Naciones Unidas por impedir que enfermos con coronavirus sean atendidos en las exclusivas clínicas de 43 y para extranjeros, pese a la intensidad de la pandemia que ha provocado ya 6,140 muertos y 729 mil contagiados, según cifras oficiales.
La denuncia, dirigida a Michelle Bachelet, Alta Comisionada de Naciones Unidas para Derechos Humanos, relaciona las clínicas vedadas a los cubanos, adjuntando fotos, pese al colapso hospitalario y la aguda escasez de medicamentos que sufre la isla.
Fernández Palacios pide a Bachelet que emita una declaración exhortando al gobierno cubano a permitir la atención médica de nacionales en esas clínicas, y exige que cese la "ingenuidad, hipocresía y complicidad" con los errores e injusticias del gobierno cubano.
La clínica de 43, en el reparto Kohly, atiende a miembros del Buró Político del gobernante partido comunista; y los principales jefes militares, que también reciben cuidados médicos en salas especiales del CIMEQ y del hospital militar "Carlos J. Finlay"; mientras que hospitales internacionales, como el "Cira García", solo reciben a diplomáticos y turistas.
Recientemente, cubanos denunciaron los colapsos asistenciales de los hospitales de Sancti Spíritus, Baracoa y San Antonio de los Baños; mientras que un grupo de campesinos donaron cinco equipos de aire acondicionado a la principal sala de terapia Intensiva de Pinar del Río, que permanecía inactiva en medio de la pandemia de coronavirus.
Otra carencia vital es la escasez de oxígeno medicinal, con el agravante de que la empresa cubana de Gases Industriales informó que tardará, al menos dos meses, en restablecer los niveles de distribución de oxígeno médico necesario en los centros sanitarios del país.
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