Abraham Velázquez Velázquez, un contador cubano acusado de robarse $391,889 dólares de la iglesia Centro Cristiano Restauración Divina, en Pompano Beach, en el sur de Florida, fue arrestado bajo el cargo de hurto mayor en primer grado.
La jueza del Tribunal del Circuito de Broward, Tabitha Blackmon, calificó los hechos de hurto mayor en primer grado porque la cantidad supuestamente sustraída por Velázquez supera los $100,000 dólares y ordenó el ingreso en prisión del acusado.
Además, la magistrada Blackmon le impuso a Velázquez una fianza de $50,000 dólares y le prohibió que estableciera ningún tipo de contacto con el cura o cualquier otro miembro o clérigo de la iglesia afectada.
Velázquez ingresó este viernes en la cárcel de Broward, donde permanece detenido a la espera de que abone la fianza y de su abogado, que no ha sido identificado ni precisado si es un letrado de oficio o contratado por el supuesto delincuente.
El acusado trabajó como tesorero encargado de depositar las ofrendas semanales de la iglesia, pagar sus facturas y completar los estados financieros, entre 2014 y 2019, reflejó el informe policial, que detectó extracciones en cajeros y un supuesto uso fraudulento de una tarjeta de débito vinculada a la cuenta de la parroquia en el banco Wells Fargo, que solo usaba el detenido.
A la vez, Velázquez se apropió de parte del dinero en efectivo recaudado en las misas y celebraciones religiosas, siempre según el atestado policial.
El supuesto robo fue descubierto en 2019, cuando el pastor recibió varios correos electrónicos del propietario, reclamando pagos retrasados del alquiler de la iglesia, reveló la policía.
El cura preguntó a Velázquez sobre los pagos atrasados de la renta, y respondió que estaba ocupado y sometido a mucho estrés, pero que “se ocuparía de ello”, pero el pastor revisó las cuentas bancarias y las encontró casi en cero, detalló el informe del arresto.
Las cuentas deberían haber tenido alrededor de $247,000 dólares, pero solo tenían alrededor de $1,200, descubrió el cura, que procedió a revisar el estado financiero de la parroquia desde 2014, cuando Velázquez asumió el cargo de contador.
Fue así como el sacerdote descubrió que faltaban miles de dólares, lo cual denunció a las autoridades policiales de Broward.
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