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Seguridad del Estado cita a miembro de Archipiélago para advertirle de no marchar el 15N

Intentaron amenazarle con la ilegalidad de la marcha y el joven les respondió “que lo legal no siempre es lo correcto, que la esclavitud era legal y los mambises salieron a combatirla, que el apartheid era legal y cubanos murieron en Angola combatiéndolo”.

El joven activista Alain Santana © Facebook / Alain Santana
El joven activista Alain Santana Foto © Facebook / Alain Santana

Este artículo es de hace 2 años

Un activista cubano, miembro de la plataforma cívica Archipiélago, denunció las amenazas y estrategias empleadas por la Seguridad del Estado en su tercera citación para hacerle desistir de su propósito de participar en la Marcha Cívica por el Cambio del 15N en Cuba.

“Aquí va mi primera citación por escrito y en realidad la tercera que recibo, ya que las 2 anteriores han sido verbales. ¿El motivo? Pues ha sido, al igual que muchos, el haber firmado aquí en el grupo el apoyo a la marcha cívica y pacífica del 15N”, indicó Alain Santana en la página de Facebook de la plataforma.

Captura de pantalla Facebook / Archipiélago

Las dos anteriores citaciones hechas por un oficial de la Seguridad del Estado transcurrieron en un “ambiente tranquilo y calmado”, según indicó el joven. “La segunda, de hecho, fue al otro día de que destaparan al ‘glorioso médico-agente’ Fernandito”, relató Santana.

Ese día, básicamente, utilizaron la supuesta “revelación” hecha por el agente Fernando para desmovilizar al joven activista. El interés de los represores era saber si persistía en su idea de salir a marchar luego de haber “desenmascarado a Yunior”, según las palabras del oficial que lo “entrevistó”.

Apenas transcurridos unos días, este sábado la Seguridad del Estado citó nuevamente al joven miembro de Archipiélago. Esta vez la tercera “entrevista” sí fue algo más invasiva, según Santana, “ya que me entrevistó la jefa de los jefes de sectores de mi localidad, además de un oficial del DTI”.

“Aquí fueron un poco más agresivos, aunque tuvieron cuidado de medirse bastante. Siempre tratando de intimidar con todos los medios que ya aquí muchos conocen (familia, trabajo, etc.) pero eso no funciona conmigo”, describió el activista.

Empeñados en buscar el enfrentamiento entre los activistas de la sociedad civil mediante infundios y difamaciones, los represores intentaron hacerle ver que terminaría teniendo problemas por seguir acríticamente al dramaturgo Yunior García Aguilera, a quien presentan como un “mercenario” al servicio de intereses de otras potencias, y un oportunista que, llegado el caso, dejará “quemados” a todos sus seguidores que no tienen la misma visibilidad que él.

La respuesta de Santana fue contundente: "yo soy simpatizante y tengo ideas afines con las de Yunior, pero no lo hago por apoyarlo a él, lo hago por apoyarme a mí". No obstante, la Seguridad del Estado volvió a la carga con la posibilidad de que Yunior, por ser el cabecilla visible, tuviera menos problemas que los activistas anónimos.

“Mi respuesta a esto fue sencilla: nadie supo quiénes eran la mitad de los mambises y, aun así, salieron a pelear porque no les importaba la gloria en su nombre, sino, al menos, hacer el intento de ver a su patria libre”, les contestó Santana.

Intentaron entonces amenazarle con la ilegalidad de la marcha y el joven les respondió “que lo legal no siempre es lo correcto, que la esclavitud era legal y los mambises salieron a combatirla, que el apartheid era legal y cubanos murieron en Angola combatiéndolo”.

“Entonces ya se dieron cuenta que ‘conmigo es por gusto y no hay entendimiento, que me atenga a las consecuencias si salgo, para cargar con la mayor severidad de las sanciones’. ¿Mi respuesta a esto? Les hablé de Perucho Figueredo y su juicio cuando les dijo a los españoles ‘acaben con este circo y no perdamos más tiempo que soy abogado y sé lo que me toca’. Claro, yo no soy abogado, pero sé lo que me toca”, expresó el joven que estudió en la Universidad de las Ciencias Informáticas de Cuba (UCI).

Ante su determinación, los represores lo dejaron marchar, no sin antes hacerle firmar un “acta de advertencia”. Algo que Santana aprovechó para dejarle por escrito un par más de sus convicciones en el acápite correspondiente a las opiniones. "Libertad es el derecho de todo hombre a pensar y hablar sin hipocresía ", "que algo sea legal no quiere decir que sea correcto", les escribió el activista.

Por último, al salir de la unidad policial de Zanja, apenas recorrida una cuadra en su carro, Santana fue detenido por un agente de la policía motorizada que lo hizo volver a la estación para una supuesta “inspección del vehículo”, luego de la cual le retiraron la matrícula.

El acoso, según Santana, no se limitó a su persona. También fueron a molestar a su padre en su trabajo y recibió la visita de un grupo de "factores del barrio y la comunidad", que intentaron disuadirlo con su amenazante presencia y constante vigilancia.

“Lejos de coger miedo, pues esto me impulsa más y lo hago público para que se sepa que la responsabilidad de cualquier cosa que me ocurra es del régimen dictatorial”, concluyó el joven, que recomendó a quienes se manifiesten el 15N que marchen “en silencio y sin violencia”.

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Iván León

Licenciado en periodismo. Máster en Diplomacia y RR.II. por la Escuela Diplomática de Madrid. Máster en RR.II. e Integración Europea por la UAB.


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