´La hija de Adianés Jiménez Álvarez, una niña de cuatro años con parálisis cerebral y otras patologías, necesita un medicamento que le evitará sufrir convulsiones epilépticas.
"Llevo dos meses que no puedo conseguir el Valproato de Sodio de 500mg en pastillas, porque no entra a la farmacia ni en ninguna otra que he podido averiguar", aseguró Jiménez Álvarez.
La madre de la pequeña explicó que recientemente le indicaron estudios porque convulsiona hasta seis veces en un día, lo que se considera una situación grave, de ahí la necesidad de administrarle este medicamento.
"Pido de favor, si alguien me puede orientar o ayudar, quien tenga este medicamento o sepa dónde puedo conseguirlo, es de urgencia", finalizó.
Para ponerse en contacto con la madre es necesario escribirle por Messenger, porque no ha publicado ninguna otra vía de comunicación.
Tras hacer pública su petición algunas madres y padres se mostraron dispuestos a compartir el medicamento con la niña, y otros se ofrecieron voluntarios a localizarlo en cualquier lugar de Cuba.
El mensaje fue compartido en diferentes grupos de compra y venta de medicinas en la isla, demostrando que las redes sociales son en este momento una de las principales vías que encuentra la población para socializar sus problemas, ante el inmovilismo de las autoridades cubanas.
Jiménez Álvarez ya había pedido ayuda para su hija en octubre de 2020, cuando en medio de la crisis sanitaria del coronavirus y la escasez de medicinas se le hacía imposible adquirir una sonda de gastrectomía de balón de silicona, necesaria para alimentar a la pequeña.
Al igual que ahora, recibió muestras de apoyo y fueron varios los mensajes que le enviaron, de personas dispuestas a ofrecer el dispositivo.
Actualmente, y sobre todo tras el video de protesta que publicó la madre cubana Amelia Calzadilla, varias mujeres han utilizado las redes sociales y el internet en Cuba para mostrar sus insatisfacciones con el gobierno, denunciar la falta de apoyo institucional y solicitar ayuda para sus problemas.
Ketty Méndez, madre de una niña autista con serios problemas de desnutrición, denunció que sus hijos pasan hambre.
"Necesitamos un cambio, un cambio de sistema, una vida digna. Merecemos vivir en libertad y en prosperidad, que nuestros hijos crezcan felices, con buenos alimentos", escribió.
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