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Cuba, la muerte de López-Calleja y la vulnerabilidad de un país en crisis

Raúl Castro ha perdido a su máximo hombre de confianza, a quien le entregó la llave del país. Encontrar un sustituto de este capo mafioso no será fácil.

Retrato de familia: Raúl Guillermo Rodríguez, Déborah Castro y Luis Alberto Rodríguez López-Calleja. © Cubanet
Retrato de familia: Raúl Guillermo Rodríguez, Déborah Castro y Luis Alberto Rodríguez López-Calleja. Foto © Cubanet

Este artículo es de hace 1 año

La muerte del general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja representa un parteaguas en el futuro de Cuba.

Ha muerto el jefe de la mafia que controla el país, el cerebro financiero del manejo del dinero sucio y limpio que entraba a las arcas del régimen cubano.

Ha muerto el hombre de confianza de Raúl Castro, en quien depositó el control del país y el futuro de su familia. Ha muerto el hombre más odiado por los generales cubanos que controlan militarmente el país.

Ha muerto el dictador que generaba la angustia y amargura de toda una población que ha sufrido la escasez, los efectos de la pandemia y la ridícula decisión de soportar la construcción de hoteles a costa del hambre y la salud de todo un pueblo. Ha muerto el nuevo señor feudal que mandó a parar las reformas y que paró en seco el movimiento de los emprendedores.

Este acontecimiento repentino pone al país en una nueva dinámica. Sobre todo, a unos días de cumplirse un aniversario del levantamiento popular del 11 de julio, el mayor movimiento cívico que se ha producido en 63 años de revolución para pedir un cambio de gobierno. A mi juicio, este acontecimiento marca el inicio de una transición que no va a tener marcha atrás y es muy probable que venga de la mano de los propios militares cubanos.

Raúl Castro ha perdido a su máximo hombre de confianza, al hombre al que le entregó la llave del país, la llave de la mal llamada "revolución". Encontrar un sustituto de este capo mafioso no será fácil para Castro, quien acaba de cumplir 91 años y no está apto mentalmente para tomar esas decisiones capitales.

Sin duda, su muerte cambia completamente la dinámica del escenario interno cubano. El sistema que ya estaba en una etapa de autodestrucción ha perdido al cerebro de su transformación maligna.

Por tanto, la transfiguración mafiosa del país entra en una etapa de alta vulnerabilidad. Sobre todo, porque es el momento en que el pueblo puede desbordarse a la calle de forma masiva para pedir un cambio, al tiempo que un grupo de generales cubanos quedarían ante la alternativa de sumarse a la masa y tomar el control del país para enrumbarlo cívicamente hacia una transición pacífica.

Sin dudas, esta es una gran oportunidad para Cuba. Dependerá de los cubanos residentes en la isla y de cómo interpretan este acontecimiento bajo las nuevas e inesperadas circunstancias de conducción política y crisis incontenible.

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Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Emilio Morales

Economista cubano. Presidente de Havana Consulting Group y miembro de la junta consultora de RevoluGROUP Canada. Ex director de Mercadotecnia de la corporación CIMEX. Reside en Miami.


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