Gobierno español debe declarar persona non grata a cónsul cubana en Galicia

El gobierno español debe declarar persona non grata a la Cónsul General de Cuba en Galicia, Yahima Martínez Millán, por sus agresiones contra una ciudadana portuguesa y una emigrada cubana residente en Europa, y atendiendo al respaldo que acaba de recibir de La Habana.

Martínez Millán actuó como una sicaria e infringiendo las normas de la diplomacia y de convivencia, con el agravante de que ha lesionado a una ciudadana europea, como consta en las denuncias interpuestas en su contra por las agredidas Vania Coelho Da Cunha Guimaraes y la cubana Avana de la Torre, quien sufrió la rotura de su teléfono móvil, estrellado por la cónsul contra el suelo.

La presencia este jueves de la diplomática en el acto de inauguración de un museo y centro de interpretación de la emigración gallega, en la casa natal del padre de los Castro Ruz, evidencia que el gobierno cubano respalda a su agresiva cónsul y corresponde a Madrid declararla persona non grata, amparado en el Artículo 9 de la Convención de Viena.

Un Estado puede "en cualquier momento, y sin tener que explicar su decisión" declarar a cualquier persona de un cuerpo diplomático persona non grata. Una persona así declarada es considerada inaceptable y normalmente es requerida por su país de origen para que regrese. Si no regresa, el Estado "puede rechazar reconocer a la persona en cuestión como miembro de la misión", reza el citado artículo.

Al embajador cubano en España, Marcelino Medina, le faltaron reflejos para ordenar a la cónsul que se abstuviera de acudir al acto en Láncara y sustituirla por un vicecónsul o funcionario de menor rango; teniendo en cuenta que Cuba estaba ya suficientemente representada en la ceremonia, a la que acudieron Emma Castro Ruz y Mariela Castro Espín, entre otros.

En los últimos años, es evidente una merma del nivel de la diplomacia cubana, con funcionarios que actúan suplantando la racionalidad y cortesía con chusmería militante y agresividad; en correspondencia con el deterioro general de la nación y el ascenso a los principales cargos de personas carentes de formación, civismo y valores de convivencia.

Los veteranos diplomáticos cubanos eran igual de fieles a la causa, pero sabían cómo comportarse en cada escenario, sin renunciar a la defensa de los intereses de su gobierno y la denuncia de actos hostiles de gobiernos extranjeros y el rechazo a pronunciamientos de exiliados.

Si La Habana tuviera reflejos políticos, buscaría una salida negociada con Madrid para solucionar una crisis absurda e innecesaria, de la exclusiva responsabilidad de la cónsul, pero amparada en la orden de combate dada por el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el 11J.

Si Díaz-Canel y sus adláteres creen que el terror sigue paralizando a sus víctimas y rehenes, debían escuchar al diputado Miguel Barnet, cuando dijo que el miedo no es cubano y recordar que una bronca se sabe como empieza, pero no como acaba; y contra la cónsul pesan dos denuncias policiales.

Días antes de la agresión, la diplomática paseó por Santiago de Compostela, acompañada por otras seis personas, incluida su marido, como refirió la agredida Coelho Da Cunha, con quien se encontró la agresora en la terraza de la cafetería "Cestaño" de la capital gallega.

Una cónsul agrediendo a una portuguesa que filma un vídeo a una cubana, revela sus enormes carencias emocionales y su nulo sentido común, requisito indispensable para la diplomacia.

El canciller Bruno Rodríguez está tardando en reaccionar y poner en su sitio a la errática funcionaria que -lógicamente- se resistirá a su relevo porque sabe que en La Habana la aguarda una vida de hambre, mosquitos portadores de dengue y apagones; como saben la mayoría de los diplomáticos cubanos, a salvo de la OFICODA y la resistencia creativa.

Si la cónsul se hubiera limitado a esperar a que Avana de la Torre y Vania C.G. concluyeran su directa, nada habría pasado, pero su rabia y afán de notoriedad tardocastrista la convirtió en Chacumbeles, versión mujer del siglo XXI; no se sirve mejor a la nación arremetiendo contra adversarios en competencia feroz por ganar puntos ante los jefes; sobre todo, cuando el consulado se aprovechó de la agredida, durante años, apareciendo como colaborador de la empresaria y promotora cultural; sin poner un euro. Táctica habitual del castrismo, ustedes ponen el dinero y nosotros la dignidad.

Una de las tácticas empleadas por los consulados cubanos en el extranjero consiste en aprovecharse políticamente de recursos y bondad ajenos, para camuflar sus actividades de penetración y manipulación con supuestos gestos culturales; sin mezclaros directamente en acciones políticas, para las que usan a los movimientos de solidaridad y, en el caso de España, en la red de agentes de influencia, formada por emigrados cubanos y monitoreada por un oficial de Inteligencia del Centro operativo, solapado dentro de la embajada en Madrid.

Como dijo Vania Coelho Da Cunha Guimaraes, si así actúan en España, cómo serán en Cuba...