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Tardocastrismo pugilateando el dólar yanki

Nunca antes, la moneda del enemigo fue tan imprescindible para la dictadura más antigua de Occidente.


Este artículo es de hace 1 año

El tardocastrismo ha devenido en comisionista por la venta de dólares estadounidenses, que se despacharán por la Libreta, a cien por cabeza; cuando haya; es decir, que venderá los billetes que recoja el día antes y con amenazas veladas a los operadores del mercado informal, que fueron quienes fijaron la tarifa oficial de cambio, tras año y pico de reticencias y muelas de los rematadores de Cuba.

El anunciado anuncio de la venta estatal de divisas a la población, evitó tildar de ilegal el canje privado de monedas extranjeras -pese a que así lo establece el Código Penal vigente- pero el ministro de Economía, y la maquinaria propagandística a su servicio, recordó a los potenciales clientes que comprar y vender con el Estado es más seguro porque se evitan posibles fraudes.

Obviamente, no han podido intervenir el mercado informal de divisas ni meter presos a sus principales operadores porque crearían un desabastecimiento brutal de euros y dólares estadounidenses que, a la postre, acaban de manera directa o indirecta en las fauces del estado elefantiásico y parásito.

El tardocastrismo juega al ratón y el gato con las supuestas ventajas legales de los timbiriches de Cadeca, donde ya los jodedores estarán buscándole la vuelta al negocio, porque en todo sistema teológico, lo prohibido es dialéctico y, mientras la casta verde oliva y enguayaberada estimula socialistamente a los apostadores, los jugadores saben que el quilo no tiene vuelto y que Tras la huella -ahora dotada de abogados defensores de bagazo- es solo muñequitos para adultos.

¿Cómo es posible que el estado más filibustero del mundo, con acreditado experiencia de piratería monetaria y comercial contra los cubanos, finja ahora que soporta -como mal menor- el mercado informal de divisas extranjeras? Porque está pasmao y con acceso limitado a las remesas, que estuvo jineteando durante años, con premeditación, alevosía e impunidad.

El ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, imbatible candidato a los premios Oscar, cuando se mete en su papel de Melquíades, delira recordándole a sus clientes que su gobierno lo tendría fácil si asumiera las tesis del mercado y se olvidara de comprar barcos de chícharos y arroz que -como diría la excelsa Marta Valdés- están en la imaginación.

Pero una vez que le baja la fiebre, el viceprimer ministro Gil orienta a su subordinada Marta Sabina Wilson González anunciar en la Mesa Redonda que, una vez más, la revolución de los humildes, se sacrificará por los ídem y venderá dólares a 123.60 pesos cubanos, en saludo a un aniversario más de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Para tener que asumir la tasa del mercado informal y renunciar, de guilletén, a la disparatada oficial de 1x24, no hacía falta tanta ceremonia de la confusión, que llegó a su clímax, cuando un angustiado Randy Alonso, suplicó a la ministra presidente del Banco Central de Cuba que lo ayudara a construir el lead de lo que necesitaba saber el pueblo; tras un viaje por lo real maravilloso con entrevistas a funcionarios de la búsqueda perpetua.

Dólar, ¡maldito y cochino dólar!; tanto te despreciamos; a fuerza de rublos desinteresados, gritería del ALBA y jugando a los palitos chinos; que has acabado por convertirte en el nuevo líder de la revolución cubana; lástima que el coro continuista de descontinuados por la realidad, desafine, cuando intenta evocar a Frank Domínguez en ese desconsolado himno de mataderas de jugadas, "Tú me acostumbraste"...

... a todas esas cosas, y tú me enseñaste que son maravillosas / Sutil llegaste a mí/como la tentación/llenando de inquietud mi corazón (...) Yo no concebía cómo se quería en tu mundo raro / y por ti aprendí / por eso me pregunto / al ver que me olvidaste / por qué no me enseñaste cómo se vive sin ti.

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Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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