El gobernante Miguel Díaz-Canel, en su recorrido este martes por Pinar del Río, la provincia más afectada por el huracán Ian, pidió al pueblo tener confianza, cuando miles de damnificados de ciclones anteriores aguardan aún por casas desde hace más de 20 años.
Díaz-Canel aseguró a los pinareños que “nadie quedará desamparado”, luego de los daños provocados por el evento meteorológico, calificados de “graves” por el mandatario, según trascendió en un post de Facebook publicado por el comentarista de Radio Guamá, Osbel Benítez Polo.
“Esto es duro pero vamos a guapear y vamos a salir adelante”, dijo el gobernante cubano en Twitter a raíz de su recorrido para valorar la magnitud de los daños en ese territorio occidental.
Además de recalcar que solo queda “poner el pecho e irnos por encima de la adversidad”, para infundir confianza a los damnificados, apeló a la “experiencia” de los pinareños en huracanes de este tipo, pues han sufrido previamente otros eventos climatológicos que han devastado el territorio.
El gobernante repitió en varias ocasiones que "la gente sabe trabajar, es un pueblo disciplinado, sencillo", responsabilizando a los ciudadanos de la recuperación de la zona.
El gobernante que, como parte de su retórica frecuente en este tipo de situaciones, afirmó que saldrán adelante, parece olvidar a los miles de pinareños que esperan por las casas prometidas luego de haber perdido las suyas a causa de eventos ciclónicos entre 2002 y 2008.
Un total de 6,347 familias de la provincia de Pinar del Río aguardan -algunas desde hace 20 años- por una nueva vivienda, tras haber perdido las suyas por huracanes y ciclones, según cifras oficiales.
Los planes gubernamentales establecen dos vías para construir viviendas, la estatal y la privada, llamadas eufemísticamente "por esfuerzo propio"; pero en ambos casos el retraso es considerable, con solo un 10% ejecutado de las casas previstas, de acuerdo con estadísticas oficiales.
Entre 2002 y 2008, Pinar del Río perdió 10,800 casas por el embate de ciclones y, hace cuatro años, el gobierno cubano lanzó un plan de construcción de viviendas que contemplaba la solución a la crisis con la edificación de hasta 12,000 en el cuatrienio; pero la crisis de Cuba ha impedido se cumplan las previsiones oficiales.
Aunque Díaz-Canel pide al pueblo que mantenga la esperanza de que se atenderán a los damnificados por Ian, otras familias que habían sido afectadas por huracanes permanecen en albergues y sitios provisionales hasta tanto se les otorgue una vivienda.
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