Los jugadores de la selección de Alemania se taparon la boca con una mano durante una foto antes de su partido contra Japón este miércoles, en el estadio Khalifa, en Doha, para protestar contra la medida de la FIFA de prohibir a los futbolistas portar el brazalete con la bandera LGBTI.
“Queríamos utilizar nuestro brazalete de capitán para defender los valores que tenemos en la selección alemana: la diversidad y el respeto mutuo. Junto con otras naciones, queríamos que se oyera nuestra voz”, escribió la federación alemana en su cuenta de Twitter este miércoles.
Según comunicó la entidad, los derechos humanos no son negociables. “Por eso este mensaje es tan importante para nosotros. Negarnos el brazalete es lo mismo que negarnos la voz. Mantenemos nuestra posición”, declaró el equipo.
Aunque trascendieron versiones de que el capitán del conjunto alemán, Manuel Neuer, desafiaría la regla en el partido contra Japón -en el que finalmente fueron derrotados 2x1-, los pronósticos no se cumplieron.
La prohibición se produjo luego de que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, afirmara que habría tolerancia con el colectivo LGBTI durante el Mundial, a pesar de que las leyes del emirato castigan hasta con siete años de cárcel la homosexualidad, según reportaron medios de prensa.
No obstante, para estar en paz con el gobierno de Qatar, la entidad expresó que impondría sanciones deportivas si los capitanes usan los brazaletes en el campo de juego.
Varios países europeos llevarían el brazalete "One Love" para promover la inclusión y oponerse a la discriminación. Con un corazón rayado en diferentes colores, los jugadores abogarían por todas las herencias, orígenes, géneros e identidades sexuales, dijo CNN.
El gesto de protesta de los alemanes se une al de la selección de Irán, que no cantó el himno de su país durante el partido que los enfrentó a Inglaterra en la fase de grupos del Mundial de Fútbol de Qatar.
Presumiblemente, los jugadores mostraron su apoyo a las recientes protestas antigubernamentales que se desataron en septiembre, luego del asesinato de Mahsa Amini, una joven de 22 años que fue detenida por la policía de la moral por no llevar correctamente el hiyab.
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