El balcón del mercado estatal ubicado en el edificio número 761 de la calle Neptuno, en Centro Habana, se derrumbó en la mañana de este martes y casi sepulta a un hombre que acababa de pasar por el lugar.
Parte del pretil de la azotea del edificio se desprendió sobre las 9 de la mañana y arrastró el balcón que cayó con estrépito a la calle, contaron testigos al diario independiente 14 y Medio.
El transeúnte que acababa de pasar estuvo a segundos de ser sepultado por los escombros.
“Ese hombre volvió a nacer. No sé cómo no le cayó encima, a él o a cualquiera, porque a esa hora la calle estaba llena de gente”, contó una vecina que presenció el incidente.
Según 14 y Medio, el inmueble donde ocurrió el derrumbe se encuentra en Neptuno entre las calles Marqués González y Lucena y ahí funciona el comercio estatal El Exquisito de Fornos, donde cada día decenas de personas hacen cola para comprar pollo por la libreta. Además, por el lugar transitan habitualmente muchos autos.
La información añade que a media mañana, sin que se tuvieran noticias de la autoridad, los vecinos improvisaron un perímetro con los propios ladrillos del derrumbe.
El fondo habitacional de la zona antigua de la capital cubana se encuentra en condiciones deplorables y son noticia constantemente los derrumbes de edificios en los que, en ocasiones, se tienen que lamentar pérdidas de vidas humanas.
A inicios de noviembre, tres familias resultaron afectadas por un derrumbe parcial que se produjo en un edificio en La Habana Vieja.
De los ocho núcleos familiares que residían en el inmueble, sito en las calles Prado y Refugio, tres fueron perjudicados por el colapso de la parte delantera del edificio, que dejó expuestas a la intemperie varias viviendas.
A mediados de octubre se conoció la lamentable noticia de la muerte de una niña de cinco años al producirse un derrumbe en el inmueble donde residía y quedar atrapada entre los escombros.
El grave hecho habría sido causado por el desplome de una losa de cubierta en una habitación del edificio de tres pisos, en la calle Sol entre Egido y Villegas, que afectó la habitación de abajo.
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