APP GRATIS

Casta verde oliva y enguayaberada sigue en China

Pese al inmenso rebrote de coronavirus, que ya afecta a 250 millones de personas; China no ha empleado la vacuna Pan-Corona ni comprado dosis de Soberana Plus y Abdala.

Mandatarios de China y Cuba, junto a sus esposas, en Pekín. © Ministerio de Relaciones Exteriores de China
Mandatarios de China y Cuba, junto a sus esposas, en Pekín. Foto © Ministerio de Relaciones Exteriores de China

A la propaganda tardocastrista siempre le falla un elemento: la realidad. Desde noviembre, los cubanos soportan un bombardeo masivo de fake news del gobierno sobre supuestos éxitos internacionales y BioCubaFarma anunció -en junio- el registro de la vacuna conjunta anticoronavirus Pan-Corona, en la Oficina Nacional de la Propiedad Intelectual de China.

El nombrecito de la vacuna se las trae; como todo invento cheo tardocastrista, pero pese a que China sufre un descomunal rebrote de coronavirus, que ya alcanza a 250 millones de ciudadanos, nadie en Pekín ha descolgado un teléfono para encargar compras masivas de Soberana Plus o Abdala; aun teniendo la ventaja de que no tendrían que pagarlas hasta que no se cancelara la deuda de La Habana y -si la cifra de ventas solventara el débito- con soltarle pacotilla y chatarra tecnológica cuadrarían la caja.

El ministro de Economía Alejandro Gil, enfermo de optimitis aguda, no dudó en asegurar ante la Asamblea Nacional que las giras presidenciales era uno de los factores esperanzadores para 2023; seguramente se refería a que la banda de La Habana volverá a coger el pájaro de acero para coronar nuevas victorias en las boutiques y mall del mundo, donde militantes y doncellas se derriten ante el capitalismo.

"Fruto de la colaboración entre China y Cuba en el sector biotecnológico se presentó recientemente en la Oficina Nacional de la Propiedad Intelectual de este país asiático la primera patente de la vacuna Pan-Corona, informó este miércoles a través de su cuenta en Twitter el presidente de BioCubaFarma, Eduardo Martínez Díaz", rezaba Cubadebate, hace seis meses.

“Estas investigaciones conjuntas tienen el propósito de lograr vacunas efectivas contra los coronavirus y no solo tendrían valor en la actual pandemia, sino que podría ser efectiva contra la aparición de nuevos patógenos pertenecientes a esta familia de virus”, indicó Martínez Díaz.

Y Cubadebate, sin encomendarse a Carlos J. Finlay ni al afable doctor Durán, continuaba delirando:

"El proyecto Pan-Corona tiene su base en un centro de investigación y desarrollo biotecnológico conjuntos que funciona desde 2019 en la ciudad de Yongzhou (provincia de Hunan, centro) y lo lideran expertos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de la isla caribeña.

"La iniciativa pone el foco en los coronavirus no solo debido a la crisis global causada por el SARS-CoV-2, sino teniendo en cuenta que esa familia de virus es una de las más propensas a saltar de animales a humanos (fenómeno denominado zoonosis), con antecedentes como el MERS en oriente medio o el SARS-CoV-1".

Curiosamente, los sazonadores del pan con na, aludieron a la zoonosis en Medio Oriente, pero olvidaron el pequeño detalle de recordar los murciélagos comestibles del mercado de Wuhan, donde un hipocrático médico quiso alertar al mundo de la pandemia de coronavirus, pero fue atacado por el Granma narra, reprimido por el G-2 chino y murió de coronavirus.

Un semestre después de registrado el invento, mueren más chinos que nunca por coronavirus y las autoridades comunistas están erizadas porque la celebración del Año nuevo lunar provocaría millones de viajes internos y su política de encierros masivos y obligatorios solo provocó una oleada de protestas que sacudieron al gigante asiático; sumergido en una crisis estructural que amenaza con hacer estallar la burbuja inmobiliaria; entre otras lindezas.

En Cuba, hay un rebrote de la enfermedad, con la nueva variante de ómicron XBB1; que viene a sumarse a desgracias comunistas diversas como el hambre, la mala alimentación, la falta de medicinas e higiene por la escasez de agua potable y artículos de aseo y limpieza; que también nutren al dengue y otras dolencias infecto contagiosas.

Pese al dramatismo e intensidad de la crisis, la prensa pagada por el decrépito partido comunista y algunos bobos solemnes del tardoanticastrismo se pasan la vida hablando de China como primera potencia mundial, amenaza para Occidente y otras catibías, copiadas del manual del perfecto idiota, que soslaya la realidad para no estropear sus soflamas ideologizadas.

En México, la dictadura más vieja de Occidente ha colocado dos lotes de vacunas Abdala y otros de médicos alquilados a gobiernos estaduales, pero parece que los mexicanos no están por la labor de poner el brazo, atendiendo criterios profesionales y porque llevan años viendo pasar emigrantes cubanos hacia Estados Unidos; que son los braceros del siglo XXI, y Cuba es destino turístico hetero y homosexual barato de comadres y chaparritos.

Pero las amargas verdades jamás influyen en el ánimo de tan mentirosos combatientes, habitantes de una realidad paralela, subvencionada con jabitas y otras migajas de la casta verde oliva y enguayaberada; resistente y creativa, hasta el extremo de mentir sin recato cada dos por tres.

China, México ni ninguna otra nación del mundo van a arriesgar sus relaciones con Estados Unidos por algo tan insignificante como Cuba, cuyo conflicto real es tiranía sexaganeria-pueblo y no con el compasivo vecino del Norte; que ahora pretende dar un enfoque migratorio al drama comunista.

Cuba nunca amó a Mao, aquel gran timonel rojo y demente que provocó la muerte por hambruna y fusilamientos de millones de personas; sus referencias fueron los extinguidos trenes de lavado, los puestos de frituras y helados de frutas, las maripositas, el arroz frito, el pollo a la barbacoa del Polinesio y San Fan Kong, ilustre vecino mágico del empobrecido Chinatown habanero.

López-Obrador es un empleado de Washington para quien trabaja como alguacil migratorio y condicionado por el ventajoso Tratado de Libre Comercio; Xi Jinping​ es otro asalariado de Occidente que -como a Putin- convirtió en millonario y nada es más sensato y cobarde que el dinero; sobre todo en países con dos sistemas, como son Rusia y China; donde delicados equilibrios provocan que los secretarios generales mueran de gripe.

El tardocastrismo es anacrónico, ruido mentiroso y fatuidad prescindible; aunque los departamentos de Maquillaje y Peluquería del Comité Central y la Seguridad del Estado sigan moviéndose al son de Olga Guillot: miénteme más, que me hace tu maldad feliz... hasta un día.

¿Qué opinas?

VER COMENTARIOS (4)

Archivado en:

Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada