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Cubanos valoran 2022 y avizoran el nuevo año (VII y final)

Séptima y última entrega con opiniones de cubanos sobre 2022 y cómo avizoran el nuevo año. CiberCuba agradece a los 61 cubanos que respondieron nuestra encuesta; especialmente a quienes viven en nuestra patria.

Raúl Castro Ruz, ex presidente cubano © Estudios Revolución
Raúl Castro Ruz, ex presidente cubano Foto © Estudios Revolución

Este artículo es de hace 1 año

La nación sobre el castrismo. Boris González Arenas, periodista y portavoz de la Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD). Reside en Cuba.

En 2022 los cubanos hemos aumentado el apartamiento del castrismo de nuestro sino como nación. Un éxito empañado por el número tremendo de presos políticos, las cifras aberrantes de emigrados, el crecimiento exponencial del hambre, y el deterioro de los servicios públicos como la educación y la salud, en un país donde no existen alternativas privadas.

El castrismo se ha encapsulado y depende para su sobrevivencia del ejército y del Ministerio del Interior. La consecuencia es que los miembros de los cuerpos represivos gozan de mayor impunidad y hacen valer la dependencia castrista de ellos con crímenes como el asesinato de Zinédine Zidane Batista; o el de siete compatriotas, incluida una niña de dos años, por el hundimiento de la lancha en Bahía Honda.

La estructura institucional tradicional se desmorona y la sociedad civil avanza frente a negligencias que provocaron la explosión del Hotel Saratoga o el incendio brutal de la Base de Supertanqueros matancera, que presagian catástrofes mayores. La incompetencia gubernamental para resolver averías y déficit de la industria eléctrica y los daños del ciclón Ian, confirman la incompetencia comunista

Un pastor evangélico residente en Cuba, Rolando Isaac Nogueira Castro, dibujó públicamente la estrategia a seguir para sofocar el voraz incendio en supertanqueros; incluido el volumen de agua necesario para contener el desastre y analizó los errores cometidos, apoyándose en sus conocimientos técnicos de bombero retirado y el análisis de fotos publicadas por medios de comunicación oficiales.

El aviso de Nogueira se produjo horas antes de la explosión que causó la muerte de 17 cubanos; incluidos jóvenes del servicio militar obligatorio; sin experiencia suficiente, como Leo Alejandro Doval Pérez, de 19 años, que no llevaba ni cuatro meses como recluta.

El éxodo migratorio y, el traslado interno de muchos cubanos a funciones ajenas a su profesión, en búsqueda de mejores recompensas económicas y espirituales; no dejan lugar a dudas de los déficits del castrismo.

En 2023 la nación engrosará sus núcleos de resistencia contra la dictadura comunista; con un apartamiento, aún mayor, del castrismo, que deberá afrontar estallidos populares más grandes que los vividos desde julio de 2021.

El castrismo tiene en sus manos la posibilidad de parar la tragedia de la nación, pero es poco probable que 2023 sea el escenario de un cambio de tendencia porque Cuba sigue herida por el millar de presos políticos, agresiones verbales y físicas por motivos ideológicos, restricciones selectivas para viajar y regresar, y el linchamiento de la oposición.

Cuba necesita resarcir a las víctimas del castrismo, como pilar de la nación nueva y los cubanos, como dice Luis Manuel Otero Alcántara, “estamos conectados por la libertad de Cuba”.

Más incertidumbre y cambiamientos. Juan Carlos Rodríguez, Agente comercial. Reside en Italia.

2022 nos dejó más incretidumbre de la esperada. 2023 implicará nuevos desafíos, pero debemos ser positivos y apuntar a la esperanza en los cambiamientos.

Rutina nihilista y de supervivencia. Luis E. Alfonso, empresario. Reside en España.

2022, un año de confirmación y desvelo de la naturaleza dictatorial del establishment y la total incapacidad del aparato. Con vestigios de cierto despertar popular, muy incipiente e ingenuo.

2023, un gobierno en desesperada búsqueda de negociación con Estados Unidos y la Unión Europea, mediante cuánta concesión se requiera (salvo la preservación del poder); sin dejar de ostentar garantías de gobernabilidad sobre una masa que se sumirá en una rutina nihilista y de supervivencia.

Podría decirse mejor: gobernabilidad sobre/contra una masa…

Biden no va tan rápido como Raúl Castro quisiera. Rolando Nápoles, periodista. Reside en Estados Unidos.

2022 ha sido como ninguno el año que más desnudó el fracaso de la dictadura de Raúl Castro para poder garantizar prosperidad a los cubanos. La dictadura mostró -una vez más- que no tiene salida para los males que ahogan al cubano. Solo represión y cárcel para acallar a quienes se le oponen, medidas “parches”, promesas vagas, maniobras para ganar tiempo. Y este fracaso se mostró en muchas maneras: el agravamiento de la crisis y la escasez de todo tipo en Cuba. El mayor éxodo de cubanos en más de seis décadas. Y el abstencionismo sin precedentes en una votación de la dictadura.

Mientras a 90 millas, Miami, esa ciudad tan atacada por la propaganda política de la dictadura, volvió a abrir los brazos a sus familiares que escapan de la isla y en sus calles se palpa esa nueva ola de emigrados cubanos que enfrentan la otra realidad sin aquella política de “pies secos pies mojados”: la incertidumbre de su futuro estatus legal en Estados Unidos.

Para 2023, nada hace vislumbrar que cambie en Cuba el panorama de escasez, penurias, falta de libertades y represión. Tampoco que se frene el éxodo de cubanos en una fuga además promovida por la dictadura como su válvula de escape y como mecanismo de presión para que la Administración Biden levantara sanciones de Trump. La dictadura sigue apostando -sobre todo- a que la Administración Biden cumpla su promesa electoral del nuevo deshielo. Y aunque hay señales, sin embargo no parece ir tan rápido como Raúl Castro quisiera. Para ello, se ha lanzado a la carrera a crear pequeñas y medianas empresas dizque privadas pero los cubanos saben que muchas están controladas por la dictadura después de que Washington prometió que quería ayudar al sector privado cubano.

El temor hoy de muchos cubanos, dentro y fuera de la isla, es que tras la futura desaparición del poder real, Raúl Castro, Cuba quede a merced de ese “cambio fraude” que ya echó andar la élite militar. 2023 podría ser año para aclarar si se cumple o no ese temor.

Globalismo desmedido y desborde frontera sur estadounidense. Santiago Alpízar, abogado. Reside en Estados Unidos.

2022 se fue dejando una deteriorada economía global mal estructurada y peor equilibrada con una marcada tendencia inflacionaria. Una guerra en Europa precipitada por los equívocos de Occidente en excluir a Rusia en favor de China que se sentó a esperar el descalabro económico, político e ideológico de sus socios para tomar el lugar que le han cedido las democracias occidentales, hundidas en ese espiral desmedido de justicia social e inclusivismo a ultranza incluyendo el desbordamiento de la frontera sur de Estados Unidos, calificada por algunos como una invasión que sólo favorece al irrespeto del debido proceso y clientelismo político.

2023 cargará el peso fuerte de la crisis generalizada del globalismo desmedido favoreciendo el intervencionismo estatal…

Presos, migrantes y pobreza. Edilberto Pozo, Doctor en Ciencias Biológicas y profesor universitario e investigador. Reside en Argentina.

La cantidad de cubanos emigrando para cualquier país, el sufrimiento de madres que tienen sus hijos presos por solo salir a la calle a manifestar que Cuba necesita un cambio, la pobreza, la mala atención sanitaria y la falta de higiene y medicinas, resumen 2022.

Para 2023, espero y deseo que se eliminen todos los padecimientos agravados el año pasado y Cuba renazca.

Catástrofe política y cambio fraude. Amador Ruiz. Activista de Derechos Humanos y promotor del Pacto Social Posmoderno. Reside en Argentina.

2022 fue un año de catástrofes políticas, financieras, naturales, industriales y convulsión social que originan un éxodo histórico, superando los años 90 y el Mariel, con el ingreso de más de 250 mil migrantes cubanos a Estados Unidos.

2022 fue el segundo año de la aplicación del mal llamado Ordenamiento económico que, lejos de ordenar la economía, trajo más empobrecimiento y cero oportunidades, ocasionando el índice inflacionario más elevado en los últimos treinta años. La ciudadanía salió a la calle a manifestarse pacíficamente exigiendo el restablecimiento del servicio y otros reclamando ¡libertad! Pero el régimen ni lerdo ni perezoso, apeló a su clásico, reprimir con sus fuerzas paramilitares las protestas a través de las Brigadas de Respuesta Rápida, ocasionando cientos de heridos y detenciones.

Para 2023 no espero importantes transformaciones, sobre todo que sean destinadas en beneficio de la ciudadanía y la recuperación de sus derechos naturales e inalienables, secuestrados por el partido comunista, que amaga con un cambio fraude, ante el que la ciudadanía debe estar alerta y ser protagonista del verdadero cambio que reclama la patria.

Gobierno infame y país arruinado. Flores Chaviano, compositor y director de orquesta. Reside en España.

La Covid me arrebató a tres hermanos por falta de medicinas y, desgraciadamente, no fueron una excepción en una Cuba arruinada por un gobierno infame.

Para 2023 no soy optimista porque Cuba ya no interesa a la comunidad internacional, que ha abandonado a nuestro país a su mala suerte.

Cuba ha tocado fondo. Carlos Espinosa, ensayista, crítico literario y profesor. Reside en España.

Si no ha sido el peor de estas seis últimas décadas, el 2022 por lo menos tiene asegurado un lugar de primera fila en esa aciaga lista. Resulta difícil mencionar una desgracia de la cual se hayan librado los cubanos y cubanas que viven en Cuba. En primer lugar, el régimen ha demostrado su incapacidad endémica para resolver las carencias más elementales de la población. La Tarea Ordenamiento constituye un típico ejemplo del remedio que fue peor que la enfermedad: lejos de venir a mejorar la economía de las familias, esa medida ha elevado la inflación a cifras astronómicas. Asimismo, los apagones han vuelto y no parece que ese problema se vaya a solucionar a corto plazo.
La explosión del Hotel Saratoga y el incendio de los supertanqueros de Matanzas pusieron de manifiesto la desatención y el mal estado de las instalaciones. Los robos y los asaltos han aumentado, y se registraron 34 feminicidios (dos de ellos cometidos por policías). Las protestas del 11J tuvieron una cruel represión y varios de los participantes se enfrentan a unas condenas tan injustas como desproporcionadas. Todo eso ha provocado una ola migratoria que supera la del Mariel y la de los años 90.

¿Cómo creo que será el 2023? No soy especialista en política y tampoco soy dado a los vaticinios. En todo caso, soy pesimista. Nada me hace pensar que la situación de Cuba pueda mejorar cuando lo sigue gobernando un régimen que se niega a iniciar las reformas que reclama un país que ha tocado fondo. Y que además mantiene a su frente a los dirigentes de la vieja guardia, presentándolos como los verdaderos representantes de las posiciones de vanguardia.

Régimen ineficiente, abusador y mentiroso. Julio Llópiz-Casal, fotógrafo y activista del 27N

No fue un año terrible para mí porque logré concretar uno de los planes más importantes: salir de Cuba con mi familia; luego que mi esposa, Luz Escobar, estuviera -desde 2019- con prohibición de viajar; y muchas veces hasta salir de casa. Pero fue un año terrible para Cuba por la abusiva y descontrolada inflación de la economía; del empeoramiento de los sistemas educativo y de salud; de la desproporcionada voluntad penal del Gobierno y de su impunidad para hacerlo; de la abrumadora emigración y las muertes en el intento. Fue un año duro porque la desesperanza aumentó en los cubanos.

2023 va a ser un año signado por todas las desgracias del año anterior; pero a la vez quiero creer que esas mismas desgracias tienen un impacto positivo en la ciudadanía. Me parece que irá en aumento la cantidad de cubanos interesados en denunciar, relatar e intentar hacer lo posible porque llegue la democracia a Cuba, o que mínimamente no haya un lugar en el planeta en que no se sepa, porque hay constancias ineludibles, que en Cuba impera un régimen ineficiente, abusador y mentiroso.

Dispersión de los nacidos en los noventa y muerte de Raúl Castro. Xavier Carbonell, escritor. Reside en España.

2022 fue el año en que vi a toda mi generación irse de Cuba. Nos fuimos silenciosamente, en avión, caminando, en balsas, con pocos objetos en la mochila. Para los nacidos en los noventa, este ha sido el año en que entramos súbitamente en la adultez y la dispersión. Nos hicimos más radicales, más versátiles, más despiertos.

2023 traerá cambios o por lo menos los sembrará. Casi con certeza será el año de la muerte de Raúl Castro. Como es sabido, esa pequeña ficción que es la unidad revolucionaria depende de él. Será fascinante ver quién prevalece, quién ataca primero, cómo se organizará el tablero. Políticamente será un año interesante.

Desesperanza y vacío. Rolando Paciel González, arquitecto y pintor. Reside en España.

El 22 creo que fue un año de desesperanza después de las protestas podría esperarse una apertura, pero fue todo lo contrario cárcel y represión.

Este año no augura ningún cambio importante, porque... ¿qué va a cambiar? Veo un gran vacío desde los campos no sembrados, los estantes de los supermercados y las ideas. Quiero tener esperanza. Ojalá esté equivocado.

Escalofríos y globalismo inocente. José Pimentel Capote, médico y presidente de la Mesa de Unidad Cubana (MUC). Reside en España.

2022 fue escalofriante. La baraja geopolítica ha sido rota al este de Europa por un sátrapa hijo de putina que pretende un nuevo equilibrio a golpe de cañón y grifo. Aliado del gran komsomol amarillo, ambicionan un nuevo reparto que ha roto la idealidad de un globalismo inocente que a muchos nos vendieron, y pocos creyeron.

De los peores estragos que estos movimientos nos han dejado más allá de ver a sociocomunistas en el gobierno del Reino de España caminando, descaradamente, hacia la tercera república; ante una Unión Europea muda que camina entre la contemplación, el miedo y la vergüenza, ha sido descubrir a un tablero latinoamericano teñido de rojo con el consabido envalentonamiento de tiranuelos que reprimen a quien se les oponga, sin que Estados Unidos, viviendo una crisis doméstica por pretender cambiar lo democráticamente establecido hace siglos, y que junto a las presiones migratorias en la frontera sur y bélicas al este de europa, hacen que no le queden ojos ni ganas de seguir patrullando a un mundo cada vez más caótico.

2023 se espera sea un año esperanzadoramente trágico. Si la civilización occidental está amenazada como nunca antes entre el comuno-populismo del tándem Putin-Pin y sus obscenos recursos financiero-energéticos junto al cada vez más cercano momento en el que el imperio otomano resurja con el ayatolá Jamenei; portando la espada de Saladino en una mano y una bomba nuclear en la otra, también hoy la luz de la esperanza está resguardada por manos de ucranianos, taiwaneses e iraníes que dando ejemplo al mundo de lo que significa autodeterminarse a pesar de todo, nos conmueven y mueven a la solidaridad verdadera que nos hace involucrarnos y soportarlos en su tránsito hacia la libertad que nos aguarda cuando como humanidad seamos capaces de prevalecer sobre las tinieblas de este mundo.

Y Cuba? ¿Y los cubanos? La isla maldita de mis amores ha estado y estará en la intrascendencia, la inoperancia y la desesperanza, mientras unos sigan pretendiendo ignorar el lodazal comunista en el que cada día se revuelcan junto a sus hijos y los otros pretendan un cambio desde la hipocresía, el interés de parte o el metaverso.

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Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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