El gobierno destituirá al presidente de Azcuba, Julio García Pérez debido a los "malos resultados" de la zafra chica, reveló a CiberCuba una fuente próxima al primer ministro Manuel Marrero, que exigió el anonimato.
"Tendremos que comprar azúcar en el mercado internacional, que está cara; para satisfacer la demanda interna", lamentó el funcionario.
La llamada zafra chica discurre en Cuba, entre el inicio de la molienda (octubre-noviembre) y enero que, tradicionalmente, era una buena época en cuanto a rendimiento de azúcar por caballería sembrada; y la actual arrancó el 25 de noviembre en el central cienfueguero 14 de julio.
"No toda la responsabilidad de los malos resultados compete al compañero Julio Andrés, pero la zafra chiquita ha sido de los peores y debemos renovar", aseguró la fuente, que se negó a facilitar la cifra de azúcar producida en estos meses y a adelantar el nombre de su posible sustituto.
En la web de Azcuba sigue apareciendo García Pérez como presidente de la entidad, acompañado por José Carlos Santos Ferrer, como vicepresidente primero y los vicetitulares Didier Estévez Guerrero y Noel Casañas Lugo.
Antes de ser nombrado presidente de Azcuba, Julio Andrés García Pérez fue viceministro primero de Agricultura y acumulaba una experiencia de 25 años en el sector agrícola, según información facilitada por el gobierno.
Una ingeniera de Azcuba, reconoció que la sustitución del presidente se "comenta en los últimos días", pero advirtió que "ya no podremos, en largo tiempo, tener una zafra rentable, debido a la destrucción paulatina de los ingenios, la descapitalización y emigración de una importante cantidad de especialistas y trabajadores azucareros, y por la pérdida notable en calidad de las cepas e incumplimientos en la siembra".
En noviembre, Azcuba cifró en un 41% el cumplimiento de los planes de siembra de caña y anunció que no seguiría sembrando las áreas restantes debido a que había pasado la época de lluvia y corrían el riesgo de perderse las caballerías pendientes de plantación.
La falta de combustible o su llegada tardía, problemas de explotación de la maquinaria, baja disponibilidad técnica de los equipos, o la escasez de fertilizantes y herbicidas, influyeron en los resultados de la campaña de primavera y en la actual de frío, aseguró un funcionario de Azcuba, que lamentó la falta de motivación de los trabajadores y a la pérdida gradual de la fuerza laboral.
El gobierno cubano reconoció, al inicio de la zafra, que sería aun más pequeña que la precedente y fijó en 455,200 toneladas de azúcar la meta para la actual campaña; que pronosticó como "más eficiente" y orientada a la producción de derivados; pero sus previsiones parecen incumplirse porque anunció la "protección" de la cuota racionada por la Libreta, aclarando que no podrá garantizar puntualidad en la entrega ni que sea solo refino.
Azcuba define en su web a la agroindustria azucarera como sector estratégico de la economía; capaz de sustentar su propio desarrollo, capacidad de aportar energía eléctrica, seguridad de exportar todo el azúcar y miel que produzca, ser fuente de empleo en el área rural y ser la actividad económica fundamental de 50 municipios.
Su objetivo prioritario, reza la web, consiste en asegurar la sostenibilidad del crecimiento de la producción de caña, azúcar y sus derivados hasta el año 2024 e incrementar el uso de biomasa cañera como combustible; para contribuir a modificar la matriz energética; poniendo en marcha 18 de las 25 centrales bioeléctricas proyectadas.
En octubre, el gobierno cubano destituyó al ministro de Energía y Minas y al director de la UNE; mientras que, en la primavera de 2021, cambió al titular de Agricultura; pero los nuevos responsables siguen sin cumplir los planes oficiales.
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