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Seguridad del Estado padece aumento de fraudes operativos

Crece el número de oficiales sancionados por mentir a sus superiores, que se resisten a aceptar que Cuba ha cambiado, mientras el partido comunista y el MININT siguen estáticos.

Sede de la Contrainteligencia en La Habana. © Moncada
Sede de la Contrainteligencia en La Habana. Foto © Moncada

Este artículo es de hace 1 año

La Seguridad del Estado padece un aumento de fraudes operativos y de creciente desconfianza de colaboradores, dijo a CiberCuba una oficial del Departamento XII (Información y Análisis) de la Dirección General de la Contrainteligencia (DGCI).

“Lamentablemente, cada día se produce un incremento en el número de casos de oficiales que están siendo sancionados por haber sido descubiertos cometiendo fraudes operativos y mintiendo, pero los responsables directos son nuestros superiores, que no acaban de entender que la sociedad ha cambiado, mientras el partido (comunista) y el MININT seguimos estáticos", añadió.

"El principal enemigo del gobierno no es Estados Unidos, sino el descontento popular, que se extiende incluso a nuestras propias filas porque vivimos aquí, tenemos familia y vemos cómo se deteriora nuestro nivel de vida por la inflación y otros fenómenos económicos adversos", puntualizó.

El alto mando ordenó a la Contrainteligencia y demás órganos operativos aumentar la realización de actos de influencias positivas, pero escondiendo el papel del G-2 -como establecen nuestros reglamentos- y para evitar que Cuba sea denunciada interna e internacionalmente como violadora de los derechos humanos, reveló.

Dentro de los métodos de prevención, está el de desestimular al enemigo de realizar acciones, y una de sus formas para lograrlo son las llamadas influencias positivas y profilaxis secretas que, a manera de charlas o conversaciones (individuales o colectivas), se realizan casi siempre de forma secreta, o sea, que la persona de confianza (P/C), monitoreada por un oficial operativo, no dice que habla a nombre o por indicaciones de la Seguridad del Estado; explicó.

Pero la orden del alto mando del MININT se ha estrellado contra la "decisión, cada vez mayor, de PC de desvincularse de la CI y el Departamento Técnico de Investigaciones" (DTI) ante el agravamiento de las condiciones de vida en nuestro país, precisó.

Ante el aumento sostenido de protestas individuales, colectivas, laborales, etcétera, etc, oficiales operativos se ven "obligados" a reportar incrementos de acciones de prevención, so pena de ser recriminados o recibir sanciones y, al disminuir considerablemente la disposición de sus fuentes para esas tareas caen en la disyuntiva de incumplir o mentir en sus resultados, prevaleciendo en muchos casos esta última opción, detalló.

Algunos oficiales informan que la P/C cumplió la tarea con éxito "sin que ni siquiera la hayan contactado", y quien realizó la influencia o la profilaxis, fue el propio oficial, violando las órdenes recibidas; obviamente en ello influyen la inexperiencia y mala preparación, pero también las presiones de los jefes por ofrecer resultados al mando para obtener ascensos y reconocimientos.

Hace poco, una P/C se franqueó con su oficial operativo y le dijo que siente está actuando "contra las justas demandas de los trabajadores, que mal viven no por culpas externas, sino por políticas de gobierno fracasadas año tras año, y no hay modo de hacer creer lo contrario, por muy bonitas palabras que se emplee en cualquier conversación".

La existencia de una mayoría de oficiales jóvenes, "inexpertos, con deficiente preparación cultural y falta de argumentos para convencer hace que la táctica persuasiva esté ausente en su forma de abordar a una persona, por lo que prevalece la coerción, más bien el a cojones, el tienes que creerme porque lo digo yo, que soy del MININT", e inevitablemente se produce el conflicto y el rechazo, que conduce a los resultados contrarios que exigen el partido comunista y el alto mando.

En todas las provincias cubanas, los Órganos de Atención a la Ciudadanía están colmado de denuncias, quejas y reclamaciones por el actuar "prepotente, injustificado y violatorio de la ley por parte de los oficiales de todas las líneas operativas, incluyendo un número creciente de la contrainteligencia", abundó.

Pero el problema mayor que tenemos es que el MININT se abstendrá, por todos los medios posibles, de separar de las filas al oficial violador, a sabiendas de que está “entre la espada y la suegra”, que todos los días le recuerda la mala situación que padecemos y, de paso, lograr nuevas captaciones con las cuales suplir la cantidad de solicitudes de bajas pendientes y que -obligatoriamente- tendrán que dar, concluyó.

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Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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