La prensa oficialista del régimen cubano perdió a 271 profesionales de los medios de comunicación en los últimos cinco años, según cifras de la Unión de Periodistas y Escritores de Cuba (UPEC).
El número se dio a conocer como parte del resumen del Informe elaborado por la UPEC para su XI Congreso, que concluyó este viernes con la aprobación del Plan de Acción para los próximos cinco años.
Desde la celebración del X Congreso hasta julio de este año, la UPEC ha sufrido 982 bajas entre sus integrantes. De ellas 252 han sido por fallecimientos y otras 271 las provocaron “profesionales que salieron del país”.
En los últimos cinco años, la organización oficialista ha sufrido un decrecimiento de la membresía de 345 afiliados. Actualmente integran la UPEC 3,660 afiliados, de los cuales 248 son graduados de periodismo (39%), 308 ocupan plazas de periodista y 20 son directores de medios oficialistas. Del total de afiliados, 1,464 trabajan en medios nacionales y 2,196 en medios provinciales.
“El sistema de comunicación revolucionario” que defiende y promueve la UPEC está en crisis, reconoció el presidente de la UPEC, Ricardo Ronquillo Bello. Aunque, “si bien no se ha superado la crisis estructural del modelo de prensa, se han creado las bases para su transformación”.
Según Ronquillo Bello, hay señales de adaptación de ese “sistema de comunicación revolucionario”, como la concesión a la publicidad en los medios estatales de comunicación, para la cual se han dispuestos mecanismos legales como la nueva Ley de comunicación social, y otros de carácter administrativo.
Además, existe una “política de comunicación del gobierno” y se avanza en “un experimento para transformar el modelo de prensa” que permita la inclusión de publicidad comercial en medios de un Estado declarado constitucionalmente como socialista y de Partido único (el comunista).
Otros desarrollos invitan al “optimismo” en el terreno de los medios oficialistas, como la creación del Instituto de Comunicación Social, o la concesión de un crédito por parte de China para la modernización de la prensa escrita del régimen cubano.
Celebrado en el Palacio de Convenciones de La Habana, los asistentes al XI Congreso de la UPEC “debatieron sobre las necesarias transformaciones para enfrentar el intenso cerco mediático contra la Revolución cubana y las formas de contribuir de manera más eficaz al desarrollo de la nación”, según Escambray.
Bajo la máxima ‘Cambios sí, cambios revolucionarios’, los presentes analizaron “el rol de la prensa cubana en el contexto de una sociedad en red” entre otros temas, y los Estatutos y el Código de Ética de la organización.
Este viernes se conocía que el vocero oficialista cubano y corresponsal de Radio Reloj, Jorge Luis Batista, había llegado a la ciudad de Miami en días recientes, según denunció el periodista Ernesto Morales en su canal de Facebook.
A finales de mayo, periodistas independientes y organizaciones no gubernamentales mostraron preocupación por las consecuencias que tendría la aprobación de la nueva Ley de Comunicación Social, entre otras, que la ley imponga restricciones adicionales a los medios digitales no afines al gobierno que aún operan en el país.
La Ley ratifica lo establecido en la Constitución (2019), donde se afirma que los medios nacionales son exclusivamente de propiedad socialista, y establece cuestiones de contenido, como la prohibición de "desestabilizar al Estado socialista" y la obligación de que el sistema de comunicación se ajuste, siguiendo los ejemplos de Fidel Castro y las ideas de Marx, Engels y Lenin.
La crisis migratoria que atraviesa Cuba en los últimos dos años, debido a la cual más de medio millón de cubanos han abandonado el país, ha afectado a los profesionales de todas las ramas, incluyendo a los de la comunicación.
Mientras el presidente de la UPEC dice que la revolución necesita tiktokers y youtubers, una periodista oficialista afirma que: "no vale la pena ni el más mínimo sacrificio", al negársele el circulo infantil para su hija.
Otros periodistas oficialistas se muestran preocupados por la cantidad de jóvenes que se gradúan de la carrera y luego renuncian, o razonan como la presidenta de la UPEC de Matanzas, que renunció a su puesto y sentenció: "Pobres de esos jefes que se aferran al cargo".
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