Tropas ucranianas publicaron un video del interrogatorio al que fue sometido un mercenario cubano capturado entre las tropas rusas que se encontraban en la zona de Marinka, en la región de Donetsk.
“Un mercenario cubano que fue capturado recientemente en la zona de Marinka. Se identifica como Frank Darío Jarrosay Manfuga. El prisionero contaba en su unidad con 35 ciudadanos cubanos. Fue a servir porque le prometieron la ciudadanía. Y unos tres mil dólares de salario”, indicaron perfiles de Telegram vinculados al ejército ucraniano.
El interrogatorio al mercenario cubano desveló que se encontraba enrolado en las tropas del ejército ruso desde el 16 de enero. Frank Darío, cuyos apellidos resultaron ininteligibles en el video, nació el seis de septiembre de 1989 en Guantánamo, ciudad donde residía hasta su viaje a Rusia.
Según explicó, fue contactado por otros cubanos que se encontraban en Rusia, los cuales le comentaron que los rusos estaban buscando gente “para trabajar en la construcción”. A cambio le ofrecían un contrato de 250,000 rublos mensuales (más de 2,700 dólares al mes) y la nacionalidad rusa. Frank Darío aceptó y terminó en el frente de batalla capturado por los ucranianos.
Las autoridades rusas le ingresaron la paga de febrero y una ayuda inicial de 100,000 rublos. Durante el interrogatorio, Frank Darío reconoció su nerviosismo y relató que en su unidad había unos 35 cubanos.
“En ningún momento nosotros sabíamos que teníamos que ir para la guerra, ¿me entiende? Veníamos a hacer labores de albañilería. Nos hicieron un contrato en ruso, que nosotros no entendíamos… Cuando te vienes a dar cuenta estás en un búnker tirando tiros”, dijo el mercenario, al tiempo que consideró que “los cubanos que vienen aquí no tienen entrenamiento militar”.
En su relato, el joven reconoció que la actitud de los jefes rusos hacia los cubanos era “muy negativa”. En ese sentido, expuso que nunca les decían claramente cuál era la misión y les hablaban en ruso sin traducción. Como ejemplo puso la última en la que fue capturado, en la que llegó a perderse en medio de un bosque. “Menos mal que los ucranianos no me dispararon”, dijo.
“Mercenarios de Cuba, Siria, Egipto, Nigeria. Y habrá tontos útiles que dirán que estos cubanos afines ‘ideológicos’ regresaron en 2014 para defender a Pushkin y Dostoievski en las escuelas de Donetsk. Y no los verán como pobre ganado que vino a ganar un centavo, porque en su propio país son asnos”, denunció en Telegram un perfil afín a las tropas ucranianas.
Frank Darío cayó prisionero en una misión que consistía en trasladar unos paneles solares portátiles de energía. Iba en compañía de dos cubanos y tres rusos cuando empezaron a bombardearles. En ese momento se dispersaron y él se perdió en el bosque, hasta que vio a un soldado ucraniano al que inicialmente confundió con un ruso y terminó entregándose.
Acorde a su testimonio, entre las tropas rusas se han dado casos de maltratos a los mercenarios cubanos, incluidas golpizas. Frank Darío no lo experimentó en persona.
Nacido dos meses antes de la caída del Muro de Berlín e informado del acontecer mundial a través de los medios oficialistas y la propaganda del régimen cubano, este joven cubano al servicio del Kremlin no tenía idea ni adónde iba, ni las implicaciones de sus actos.
Movido por la pobreza y la necesidad de dinero, Frank Darío no terminó muerto de milagro. Otros mercenarios cubanos sí han perdido la vida en la guerra de Ucrania. Se desconoce el destino que tendrá este prisionero de guerra, aunque los ucranianos han manifestado en varias ocasiones que todos aquellos mercenarios capturados serán sometidos a un juicio militar que puede acarrearles fatales consecuencias.
A finales de diciembre, el Estado Mayor del ejército ucraniano confirmó la toma de Marinka a manos del Ejército ruso. Según Europa Press, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Valeri Zaluzhni, señaló que las fuerzas ucranianas defendieron la ciudad bajo las trincheras "calle por calle" y "manzana por manzana" durante casi dos años, y que el método utilizado por los rusos para tomar la ciudad fue el mismo aplicado en Bajmut (bombardeos hasta reducirla a cenizas).
Un mes después de la caída llegaba Frank Darío a Marinka, un territorio ucraniano ocupado ahora por los rusos. Sin embargo, dos meses más tarde, el mercenario cubano resultaba capturado por tropas ucranianas.
Además del interrogatorio compartido por el canal de Telegram afín al ejército de Ucrania, también fue compartido otro video en el que aparecen mercenarios cubanos arengados por un oficial ruso.
Se acumulan las evidencias de la presencia de mercenarios cubanos en Ucrania mientras La Habana enmudece ante esta sangría de jóvenes que abandonan la Isla bajo el consentimiento tácito de las autoridades, y bajo la mirada indolente de los aliados occidentales de Volodimir Zelenski, que siguen manteniendo relaciones normales con una dictadura aliada de Moscú y sometida a los designios de Vladimir Putin.
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