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La siembra de papa en Ciego de Ávila comenzó con un panorama similar al de campañas anteriores, marcado por atrasos, falta de recursos y condiciones climáticas adversas.
En la Empresa Agropecuaria La Cuba, ubicada en el municipio de Baraguá, apenas se han sembrado 13,42 hectáreas con semillas nacionales almacenadas en sistemas refrigerados, los cuales han enfrentado interrupciones debido a la inestabilidad del suministro eléctrico y la escasez de recursos esenciales., reportó el oficialista periódico Invasor.
Raúl Monguía Rodríguez, especialista en viandas tropicales de la Delegación Provincial de la Agricultura, explicó que el objetivo de la campaña es sembrar un total de 700 hectáreas en la provincia para alcanzar una cosecha de unas 14,000 toneladas de papa.
Sin embargo, estas metas están lejos de ser seguras pues los atrasos en la llegada de insumos clave, como el diesel necesario para preparar la tierra, y el exceso de humedad en los suelos, han complicado la tarea de los agricultores, quienes también enfrentan un crecimiento descontrolado de maleza que ralentiza el proceso.
No obstante, la situación no es nueva. A pesar de los esfuerzos por mantener la producción, las condiciones de trabajo siguen siendo adversas.
La preparación de las tierras, que debió realizarse en agosto y septiembre, se retrasó considerablemente, lo que obliga a los productores a trabajar bajo presión, señaló el portal de noticias.
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Aunque se dispone de fertilizante para parte de la campaña, las dificultades logísticas siguen afectando el cumplimiento de los estándares de calidad en la selección de las semillas.
Parte de la producción dependerá de variedades extranjeras de papa, consideradas de alto rendimiento, que serán cosechadas a partir de febrero. Estas están destinadas a abastecer la línea de papa prefrita de la Empresa Agroindustrial Ceballos, además de cubrir el consumo social, el turismo y la población general.
También se planea conservar semillas en 100 hectáreas para garantizar un incremento de 1,400 toneladas en la próxima temporada, un objetivo ambicioso en medio de tantas limitaciones.
Empresas agropecuarias como Arnaldo Ramírez, La Cuba, y cooperativas como Paquito González y Revolución de Octubre participan en la campaña, pero los retos estructurales persisten.
La repetición de los mismos problemas año tras año deja en entredicho la capacidad del sistema agrícola estatal para superar las dificultades, afectando tanto las metas productivas como la estabilidad de un sector clave para la alimentación de la población.
La incertidumbre sobre si estas previsiones podrán cumplirse plantea preguntas sobre el futuro de una de las producciones agrícolas más importantes de Ciego de Ávila.
Mientras tanto, los agricultores continúan enfrentando obstáculos que parecen no cambiar con el tiempo, dejando a la población en la espera de soluciones que aún no llegan.
Sin embargo, el problema de la siembra de papas es de alcance nacional y afecta todas las campañas.
A inicios de año, la producción en Cuba fue inferior a lo esperado debido a los apagones que han afectado el riego, según reconoció Miguel Sánchez García, director general del Grupo Empresarial Agropecuario y Forestal (GEAF), en declaraciones al periódico oficialista El Artemiseño.
Las 280 hectáreas sembradas en Güira de Melena, San Antonio de los Baños y Alquízar no pudieron ser regadas de manera apropiada debido a los cortes de suministro eléctrico provocados por la escasez de combustible, aseguró el directivo.
Esa escasez del producto provoca a menudo grandes colas, como la que cientos de personas realizaron en abril durante horas en un agromercado del Vedado, en La Habana, para comprar papa de manera racionada.
En 2023, por “altos niveles de pudrición”, se vendieron papas en mercados estatales cubanos, según reconoció José Luis Valladares Santana, subdelegado de la Agricultura en Villa Clara, a la emisora oficialista CMHW.
Valladares admitió que la papa ofrecida por la Empresa de Acopio en el Mercado Agropecuario Estatal de Buen Viaje y del Reparto José Martí presentaba un deterioro considerable, lo que reflejó las dificultades del sector para garantizar productos en buen estado.
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