Un video publicado por el opositor y expreso político Silverio Portal en redes sociales muestra las condiciones insalubres y el abandono extremo que sufre la icónica tienda Almacenes Ultra, ubicada en Reina y Rayo, Centro Habana. La grabación revela acumulaciones de excrementos humanos, filtraciones de aguas negras y un entorno urbano visiblemente deteriorado, lo que, según Portal, habría motivado el cierre del establecimiento.
Portal denuncia mientras recorre la zona que “esto es mierda… la mierda del edificio de arriba… miren la tienda Ultra”, señalando las aguas negras que emanan del subsuelo y recorren los portales del inmueble. “Tuvieron que cerrar a Ultra por esa situación”, afirma con tono indignado, destacando que la situación lleva años sin ser resuelta.
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La publicación ha generado indignación entre usuarios que recuerdan a Ultra como uno de los centros comerciales más reconocidos de la capital cubana. Hoy, el lugar —estrechamente ligado a la historia arquitectónica y comercial de La Habana— yace entre escombros, humedad y heces fecales.
Un símbolo del comercio en ruinas
Fundado en 1939 por el empresario asturiano César Rodríguez González, Almacenes Ultra fue pionero del comercio por departamentos en Cuba. Su edificio, conocido oficialmente como el Edificio Reina, es una joya del estilo Art Decó, con fachadas emblemáticas, logotipos en terrazo y estructuras metálicas que aún resisten el paso del tiempo.
Durante décadas, Ultra ofreció telas, artículos de costura y productos variados, manteniendo su actividad incluso tras la nacionalización en 1959 y luego de una restauración parcial en 1994. En 2019 aún operaba como tienda, aunque ya con signos visibles de desgaste. Según el blog especializado Cubalogos, Ultra “sigue siendo un referente a la hora de hacer compras, por su localización y su historia”, aunque “necesita un rediseño de sus áreas comerciales”.
El vínculo del fundador con la cadena El Corte Inglés —de la que fue socio mayoritario en sus inicios— dio a Ultra un prestigio histórico y empresarial que hoy contrasta con la escena de abandono total documentada por Portal.
Parte de un deterioro sistemático
El caso de Ultra no es aislado. En los últimos meses, CiberCuba ha documentado el abandono de múltiples espacios públicos e infraestructuras en todo el país. La Ciudad Deportiva de La Habana, por ejemplo, muestra señales de deterioro visibles: maleza, basura y edificaciones en desuso. Una ciudadana que compartió imágenes del sitio expresó que “la hierba crece en la pista mientras el espíritu deportivo se va perdiendo como el color de su estadio”.
En Camagüey, las gradas del estadio Amador Fernández fueron clausuradas por peligro de derrumbe, tras el robo sistemático de vigas metálicas. El subdirector de la Academia declaró que “no hay cronograma claro ni recursos disponibles” para ejecutar las reparaciones necesarias.
Otros ejemplos abundan: el puente ferroviario de Versalles, en Matanzas, avanza hacia el colapso por la corrosión y la acumulación de basura; el parque infantil en el Malecón habanero, con columpios oxidados y estructuras rotas, ha sido descrito por una usuaria como “las ruinas del parquecito Maceo”; y el otrora famoso Parque Lenin ha sido calificado por ciudadanos como “un basurero gigante” y “refugio para deambulantes”.
En Isabela de Sagua, Villa Clara, la migración masiva y la falta de oportunidades han convertido al otrora puerto activo en un pueblo fantasma. “Aquí lo que queda es gente mayor casi toda, juventud no hay”, lamentó un residente. En Santiago de Cuba, el Hotel Venus ha sido descrito como “un criadero de roedores en pleno centro de la ciudad”.
Mientras tanto, en el Edificio Girón, en el Vedado habanero, tras un incendio en 2024, 132 familias quedaron sin ascensor. “Muchos no han podido bajar más desde el incendio”, relataron los vecinos, atrapados en sus hogares sin soluciones reales. Y en el Teatro Musical de La Habana, convertido en basurero, los ciudadanos cuestionan “cuánto más se permitirá que espacios como este desaparezcan de la memoria colectiva”.
Reflexión sobre un país en ruinas
La escena de Almacenes Ultra refleja el colapso silencioso de sitios que alguna vez fueron motores de la vida urbana cubana. El abandono, la falta de inversión pública y la negligencia institucional parecen haber condenado no solo a los edificios, sino también a la memoria colectiva de generaciones enteras.
Mientras el gobierno prioriza construcciones turísticas y emite promesas sin ejecución, la capital cubana se desmorona a los ojos de su propia gente. Ultra, como tantos otros lugares, ya no es solo una tienda cerrada; es el símbolo tangible de una ciudad —y de un país— que pierde cada día más pedazos de sí misma.
Preguntas frecuentes sobre el deterioro y abandono de Almacenes Ultra y otros espacios públicos en Cuba
¿Cuál es el estado actual de los Almacenes Ultra en La Habana?
Los Almacenes Ultra se encuentran en un estado deplorable, con acumulaciones de excrementos humanos, filtraciones de aguas negras y un entorno visiblemente deteriorado, lo que ha llevado a su cierre.
¿Por qué se cerraron los Almacenes Ultra?
El cierre de los Almacenes Ultra fue motivado por las condiciones insalubres y el abandono extremo del lugar, que incluye aguas negras emanan del subsuelo y recorren los portales del inmueble.
¿Qué simboliza el deterioro de Almacenes Ultra para La Habana?
El deterioro de Almacenes Ultra simboliza el colapso silencioso de sitios históricos y comerciales de La Habana, reflejando el abandono, la falta de inversión pública y la negligencia institucional en Cuba.
¿Qué otros espacios públicos en Cuba están en estado de abandono?
Además de Almacenes Ultra, otros espacios como la Ciudad Deportiva de La Habana, el parque infantil en el Malecón y el Parque Lenin también muestran signos visibles de abandono y deterioro, reflejando una crisis más amplia en la infraestructura pública de Cuba.
¿Qué acciones ha tomado el gobierno cubano ante el deterioro de infraestructuras?
El gobierno cubano ha priorizado las construcciones turísticas y emitido promesas de mejoras que rara vez se ejecutan, mientras muchos espacios públicos continúan en abandono sin soluciones reales visibles.
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