Cuba donará 2,000 vacunas contra la fiebre amarilla a Colombia, en respuesta a una solicitud realizada por el Ministerio de Salud colombiano el pasado 25 de abril.
La entrega tiene como objetivo apoyar las acciones emprendidas por Colombia para enfrentar la emergencia sanitaria provocada por esta enfermedad, informó el medio Caracol Radio.
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Según detalló el embajador de Cuba en Colombia, Javier Caamaño, las vacunas donadas son fabricadas por el Instituto de Tecnología e Inmunobiológicos de Brasil.
En una carta dirigida al ministro de Salud colombiano, Guillermo Alfonso Jaramillo, la embajada cubana solicitó instrucciones sobre los procedimientos para el envío de la donación.
La canciller colombiana, Laura Sarabia, expresó su agradecimiento al gobierno cubano a través de sus redes sociales.
En su cuenta de X (anteriormente Twitter), Sarabia escribió: "Agradecemos a Cuba por su generosa y solidaria donación de más de dos mil dosis de vacuna contra la fiebre amarilla. Seguimos trabajando por el bienestar del país".
La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos que puede causar fiebre, ictericia y hemorragias, y cuya letalidad puede ser elevada en casos graves. Aunque existe una vacuna efectiva, el acceso a dosis suficientes representa un desafío en varias regiones latinoamericanas, especialmente en contextos de brotes o en áreas rurales y selváticas.
A pesar de que el gesto ha sido celebrado por las autoridades colombianas, Cuba enfrenta escasez crónica de medicamentos básicos, insumos hospitalarios y vacunas pediátricas esenciales, incluyendo la BCG, pentavalente y contra la polio.
Las denuncias sobre madres que deben esperar semanas para vacunar a sus hijos, o sobre la falta de antibióticos y analgésicos en hospitales, se han vuelto recurrentes. Incluso profesionales de la salud han manifestado su impotencia para atender pacientes por la falta de suministros.
Además, desde enero de 2022, el propio Ministerio de Salud Pública de Cuba reguló el uso de la vacuna contra la fiebre amarilla solo para viajeros internacionales, ante la limitada disponibilidad del biológico en el país. Esto dejó fuera del esquema nacional de vacunación a la mayoría de los ciudadanos, a pesar del riesgo potencial en zonas del oriente cubano donde existe presencia del mosquito vector.
Pese a este contexto, Cuba ha mantenido su estrategia de proyección internacional a través de donaciones médicas. Estas acciones, si bien vistas como gestos de solidaridad, han sido criticadas como parte de una campaña de propaganda que busca proyectar una imagen de potencia médica, a costa del desabastecimiento interno.
Preguntas frecuentes sobre la donación de vacunas de Cuba a Colombia y la situación sanitaria en Cuba
¿Cuántas vacunas donó Cuba a Colombia y para qué enfermedad?
Cuba donó 2,000 vacunas contra la fiebre amarilla a Colombia en respuesta a una solicitud del Ministerio de Salud colombiano. La donación busca apoyar las acciones de Colombia frente a la emergencia sanitaria causada por esta enfermedad viral transmitida por mosquitos.
¿Qué desafíos enfrenta Cuba en su sistema de salud a pesar de las donaciones internacionales?
Cuba enfrenta una grave escasez de medicamentos básicos y vacunas pediátricas esenciales, como la BCG, pentavalente y contra la polio. El país también sufre falta de insumos hospitalarios, deterioro de infraestructuras y carencia de personal especializado, lo que genera constantes denuncias de pacientes y profesionales de la salud.
¿Por qué es criticada la estrategia de donaciones médicas de Cuba?
La estrategia de donaciones médicas de Cuba es criticada porque, aunque se presenta como un gesto de solidaridad, se percibe como una campaña de propaganda que busca proyectar a Cuba como una potencia médica, a pesar del desabastecimiento interno que afecta a su población.
¿Qué impacto tiene la crisis sanitaria en Cuba sobre su capacidad de vacunación?
La crisis sanitaria en Cuba ha llevado al gobierno a regular el uso de la vacuna contra la fiebre amarilla solo para viajeros internacionales, dejando a la mayoría de los ciudadanos fuera del esquema nacional de vacunación, a pesar del riesgo potencial en algunas áreas del país.
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