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En Matanzas el agua apenas se bombea dos horas diarias y hay zonas donde el ciclo de entrega por pipas se ha extendido a 16 días, una combinación que deja a miles de personas atrapadas en una crisis que sigue sin solución real.
Mientras el primer secretario del Partido en la provincia, Mario Sabines Lorenzo, y la gobernadora Marieta Poey Zamora recorrieron este lunes los puntos más afectados y hablaron de soluciones, los datos confirman un panorama alarmante, sobre todo en el municipio de Ciénaga de Zapata y la zona alta y media de la ciudad de Matanzas.
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La jefa de brigada de la distribución de agua en pipa, Emilia Pérez Cuba, fue clara: “Debe bombearse en tiempos normales 16 horas y ahora apenas lo hacemos dos horas”.
A eso se suma que el ciclo de abastecimiento del vital líquido mediante carros cisterna llega a 16 días. “Tenemos un carro para los censados, o sea, las 12 rutas a las que debemos garantizarles el agua porque no la cogen por tubería”, si bien “cuando existen grandes afectaciones, se alteran los ciclos porque no siempre nos es posible cumplir”, alegó Pérez, citada por el periódico oficial Girón.
La Ciénaga de Zapata encabeza la lista de zonas críticas. Allí debía instalarse este martes una bomba de menor capacidad, una medida temporal que solo aliviará a una fracción mínima de los hogares. El resto seguirá dependiendo del agua en camiones cisterna, informó el diario.
En Colón, la bomba de San José de los Ramos está fuera de servicio y en proceso de reparación. El director provincial de Acueducto y Alcantarillado, Guillermo Cué Lugo, estimó al menos 48 horas más sin servicio.
Mientras, en Jovellanos y otros municipios los cortes eléctricos sistemáticos agravan todo: sólo del 13 al 19 de mayo se registraron 15 interrupciones en pozos, sumando más de 16 horas de afectaciones que provocaron en promedio 39 horas sin bombeo.
“Esto afecta fundamentalmente los rebombeos del Naranjal y los centros priorizados como el Pediátrico, Matanzas Oeste y zona media. También han atentado contra el suministro, las roturas de improviso, como válvulas dañadas”, indicó Pérez, y añadió que este domingo se averiaron dos: una en el rebombeo de Pedraje y otra en el Naranjal Norte.
Según explicó, en el caso de la ciudad de Matanzas hay cinco pipas en funcionamiento -dos rotas- y otras tres de apoyo. “En estos tres días se han dado 127 viajes en pipa, lo que, a pesar de los esfuerzos, aún resulta insuficiente para la demanda”, reconoció.
Cué dijo que este martes debe restablecerse el bombeo de San Carlos, mientras sigue fuera de servicio Canímar 3, también en la capital matancera.
En el chequeo de las autoridades, se analizaron también soluciones para barrios como La Cumbre, en Versalles, donde el crecimiento de la población ha sobrecargado la infraestructura. Los funcionarios insistieron en “la necesidad de una estrecha relación entre la empresa de acueducto y alcantarillado y la eléctrica matancera, para disminuir las afectaciones al bombeo en la provincia”, como si eso resolviera un sistema que viene arrastrando décadas de deterioro.
Matanzas enfrenta una de sus peores crisis de abasto de agua en años, con equipos de bombeo fuera de servicio, redes hidráulicas colapsadas, apagones constantes y una infraestructura al límite, pese a ser, irónicamente, un territorio con abundantes reservas de agua subterránea.
La provincia dispone de 225 equipos de bombeo, pero muchos están inactivos o funcionando con serias limitaciones. A las fallas técnicas se suma un problema más grave: la crisis energética, que reduce el tiempo de operación a apenas cuatro o cinco horas diarias, muy lejos de las 16 horas que deberían cumplirse. Y cuando finalmente se restablece el servicio eléctrico, los sistemas pueden tardar hasta cuatro horas más en estabilizarse, han reconocido autoridades locales.
Vecinos han denunciado que, a pesar de la falta de agua en sus viviendas, en ocasiones la ven correr por la calle sin llegar a los hogares. Además, señalaron que, aunque se ha gestionado el suministro mediante pipas, estas no llegan, y advirtieron que esa medida no resuelve el problema de fondo: la ausencia de un servicio estable por el acueducto.
Aunque ya comenzó la temporada de lluvias, varias provincias cubanas enfrentan una severa sequía que ha llevado al colapso de sus principales fuentes hidráulicas, dificultando aún más el suministro de agua. A esta situación se suman los apagones, que obstaculizan gravemente el funcionamiento del bombeo.
En Holguín, más de 370,000 personas están afectadas por la falta prolongada de lluvias, los cortes eléctricos constantes y fallos técnicos en el sistema de abasto.
Mientras, en Santiago de Cuba, los municipios de Palma Soriano y Songo-La Maya enfrentan situaciones extremas: el ciclo de entrega supera los 30 días en el primero y alcanza hasta 85 días en el segundo.
En Sancti Spíritus, la cantidad de personas que depende del agua distribuida en carros cisterna se ha duplicado en apenas un año, pasando de 40,000 en mayo de 2024 a cerca de 82,000 actualmente.
Ciego de Ávila tampoco escapa a la crisis. La reducción del caudal en las fuentes principales y el bajo rendimiento de los equipos de bombeo obligaron a establecer un ciclo de entrega de agua de 24 horas cada nueve días en todos los consejos populares del municipio cabecera, con consecuencias graves para la producción, los servicios y la vida cotidiana.
Preguntas frecuentes sobre la crisis de abasto de agua en Matanzas
¿Cuál es la duración actual del bombeo de agua en Matanzas?
El bombeo de agua en Matanzas se ha reducido drásticamente a solo dos horas diarias, lo que ha dejado a miles de personas en una situación crítica. Este problema se agrava por los largos ciclos de entrega de agua mediante pipas, que se extienden hasta 16 días en algunas zonas.
¿Qué medidas están tomando las autoridades para solucionar la crisis de agua en Matanzas?
Las autoridades han prometido soluciones temporales, como la instalación de una bomba de menor capacidad en Ciénaga de Zapata, pero estas medidas solo alivian parcialmente la situación y no resuelven el problema de fondo. La infraestructura deteriorada y la crisis energética siguen siendo grandes obstáculos.
¿Cómo afecta la crisis energética en Cuba al suministro de agua en Matanzas?
La crisis energética ha reducido el tiempo de operación de los sistemas de bombeo a solo cuatro o cinco horas diarias, lo que está muy lejos de las 16 horas necesarias. Esto ha agravado la falta de agua en Matanzas, ya que los apagones constantes impiden un funcionamiento adecuado del sistema de bombeo.
¿Qué impacto tiene la falta de agua en la vida cotidiana de los matanceros?
La falta de agua afecta gravemente la vida cotidiana de los matanceros. Vecinos han denunciado que a menudo el agua se desperdicia al correr por las calles sin llegar a los hogares. Además, la dependencia de las pipas no es una solución efectiva, ya que no garantizan un suministro regular y estable.
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