En el Consejo Popular Colón, uno de los barrios más golpeados por el consumo de drogas en Centro Habana, un joven se atrevió a contar su historia frente a sus vecinos, mirándolos a los ojos, reconociendo sus errores y las profundas heridas que dejó en su familia.
“Mi papá transitaba muchas noches buscándome, incluso pagando deudas que yo dejaba en la calle. Vendí la comida, el televisor, la ropa con la que me vestía, el teléfono… Nunca pensé en las consecuencias, solo quería consumir”, fue el testimonio del joven, recogido en un reporte del oficialista Sistema Informativo de la Televisión Cubana.
El relato, crudo y sin filtros, dejó al descubierto una realidad que muchas veces se oculta bajo cifras oficiales o discursos institucionales.
La voz de este joven rompió el silencio en un barrio-debate organizado por el Centro de Salud Mental del municipio, en el que participaron especialistas de varios ministerios.
Pero, más allá de la retórica gubernamental, lo que resonó fue la confesión de un ser humano destruido por las drogas.
“Un día se acabó todo. No había comida, ni ventilador para dormir. Mi papá, con 70 años, hoy está en una cama, sin poder levantarse, por mi culpa. Eso fue mi fondo. Ya ni siquiera puede darme un abrazo”.
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Su llamado no fue solo un testimonio, sino también un mensaje urgente para otros jóvenes: “No crean eso de que hay que probar de todo. Eso me llevó a perderlo todo. Si estás consumiendo y no sabes qué hacer, pide ayuda. Los profesionales están para eso.”
El doctor Alejandro García, jefe de Salud Mental del municipio, advirtió que el fenómeno de las drogas en Cuba ha cambiado. Ya no se trata solo de marihuana o alcohol, sino de sustancias sintéticas desconocidas, conocidas popularmente como “químicos”, que provocan secuelas irreversibles.
“Estamos recibiendo casos de adolescentes de entre 14 y 17 años con intoxicaciones severas. Las sustancias que consumen no tienen un control, son altamente tóxicas y dejan daños permanentes.”
Cuba vive hoy una crisis silenciosa: jóvenes atrapados por las drogas, familias rotas y una respuesta estatal que muchas veces llega tarde o desde el encuadre del control más que desde la comprensión humana.
En 2024, un joven cubano en proceso de desintoxicación compartió su experiencia tras haber desarrollado una adicción extrema al “químico”, una droga sintética que se vende en Cuba a bajo costo y cuya demanda ha crecido entre adolescentes.
Según relató, llegó a consumir hasta 58 dosis diarias, lo que le provocó dos paros cardíacos y una embolia a temprana edad. Su testimonio, recogido por el Periódico 26, refleja el abandono familiar, el deterioro físico y la facilidad con que accedía a la droga incluso estando confinado en casa.
Poco después, varios jóvenes en rehabilitación ofrecieron sus testimonios sobre el impacto devastador de esta sustancia en sus vidas. Hablaron de cómo perdieron el control sobre su cuerpo, su entorno y sus vínculos, cayendo en el consumo tras una fiesta o por presiones de amistades. Algunos iniciaron tratamientos tras intentos de suicidio o crisis físicas extremas.
Ante la presión social y la creciente visibilidad del fenómeno, el régimen cubano reconoció públicamente la existencia del problema.
En declaraciones difundidas por medios oficiales, Miguel Díaz-Canel admitió que el consumo de drogas se ha expandido en La Habana. Sin embargo, las respuestas gubernamentales han sido predominantemente represivas: más vigilancia, operativos y el lanzamiento del Observatorio Nacional de Drogas.
Recientemente, se alertó sobre la circulación de variantes aún más tóxicas del “químico”, fabricadas con formol y anestésicos veterinarios. Estas sustancias han provocado convulsiones, alteraciones neurológicas severas e incluso muertes.
A pesar de las detenciones realizadas en barrios habaneros y los decomisos de droga, la sustancia sigue disponible y su consumo crece sin control.
Preguntas frecuentes sobre el consumo de drogas y su impacto en Cuba
¿Qué es "El Químico" y por qué es tan peligroso?
"El Químico" es un cannabinoide sintético extremadamente potente que imita los efectos de la marihuana, pero es mucho más peligroso debido a su producción clandestina con ingredientes tóxicos como formol y anestésicos veterinarios. Este estupefaciente puede ser hasta cien veces más potente que la marihuana, lo que incrementa el riesgo de intoxicaciones y muertes por sobredosis, afectando gravemente la salud física y mental de los consumidores.
¿Cómo está afectando "El Químico" a los jóvenes en Cuba?
"El Químico" está generando una profunda preocupación en Cuba debido a sus devastadores efectos en la salud de los jóvenes. Su consumo puede llevar a la pérdida de valores y autoestima, y muchos jóvenes terminan físicamente deteriorados, enfrentando un camino de sufrimiento que puede culminar en la muerte por sobredosis. La droga se ha vuelto popular entre los jóvenes debido a su bajo costo y rápida acción, lo que incrementa su demanda y el riesgo de adicción.
¿Qué acciones se están tomando en Cuba para combatir el consumo de "El Químico"?
Las autoridades cubanas han intensificado las operaciones antidrogas, deteniendo a personas involucradas en la venta de "El Químico". Sin embargo, existe una urgente necesidad de fortalecer las estrategias de prevención y educación para combatir el consumo y distribución de esta peligrosa droga. La familia juega un papel crucial en la detección temprana del consumo, estableciendo límites y fomentando valores, además de buscar ayuda profesional si es necesario.
¿Cuáles son las consecuencias del consumo de "El Químico" para la salud?
El consumo de "El Químico" puede causar efectos inmediatos y devastadores: euforia, alteraciones de la percepción, náuseas, taquicardia, convulsiones y pérdida de control muscular. A largo plazo, el daño es irreversible, afectando la salud mental con trastornos como ansiedad, psicosis y alucinaciones, así como la salud física con insuficiencia renal, hepática y cardíaca.
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