Un recorte drástico en los fondos de la contribución territorial pone en jaque los proyectos de desarrollo local y restringe “la posibilidad de maniobra que en otro tiempo tuvieron los gobiernos municipales” en Pinar del Río, donde la mala planificación, el uso ineficiente de los recursos y la falta de transparencia agravan aún más la crisis.
Según la Ley del Presupuesto para 2025, los municipios sólo recibirán el 10 % de la contribución territorial proveniente del 1 % de los ingresos de entidades estatales y privadas, mientras que el 90 % restante se centraliza sin llegar directamente a las localidades.
La reducción deja a municipios como Mantua con alrededor de un millón de pesos disponibles, y compromete seriamente la ejecución de proyectos sociales y económico-productivos, alertó el periódico oficial Granma.
En números concretos: de los 150 millones de pesos que solía manejar la provincia anualmente, en 2025 solo dispondrá de unos 42 millones. La mitad irá a la capital provincial, mientras que los 10 municipios restantes deberán repartirse lo que quede.
Según Calex Edilio González, coordinador de programas y objetivos del Gobierno Provincial, hay proyectos que llevan años esperando financiamiento porque los montos recaudados no alcanzan.
Más allá del recorte, el uso de estos fondos ha estado lejos de ser eficiente. A propósito de la fallida restauración del cine Pedro Saidén -cerrado desde hace casi dos décadas-, Granma señaló en mayo de 2017 que debía convertirse en un gran complejo cultural que incluiría un piano-bar, salas de eventos y otros servicios, con una capacidad total para más de 600 personas.
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“Ocho años después, el Saidén sigue sin fecha de inauguración, y los cuantiosos recursos invertidos en el proyecto permanecen inmovilizados, sin utilidad alguna”, admitió ahora el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.
A pesar de algunas obras sociales puntuales impulsadas con estos recursos, los proyectos productivos, capaces de generar ingresos sostenibles, siguen siendo la excepción.
De los más de 200 proyectos aprobados en 15 años, apenas 35 fueron financiados con la contribución del 1 %, y una veintena tuvo un enfoque económico-productivo. La mayoría de los fondos termina cubriendo gastos corrientes y mantenimiento de instalaciones sociales, una estrategia que resuelve problemas reales, pero “no genera desarrollo”, reconoció Jesús Gorgoy, director de Desarrollo Territorial en el Gobierno Provincial.
Al mal uso se suman decisiones cuestionables: en Viñales, por ejemplo, en 2024 no se ejecutaron más de cuatro millones de pesos. Mientras tanto, fondos públicos se han destinado a pintar centros comerciales ocupados por negocios privados, que deberían costear su propio mantenimiento, contrastó la fuente.
La ineficiencia también persiste en la ejecución de proyectos como la minindustria de conservas de frutas y vegetales, en la cooperativa Oscar Sánchez Ozuna, del municipio de Pinar del Río, la cual debió ponerse en marcha desde 2024.
Valorada inicialmente en unos 10 millones de pesos, “hubo que inyectarle más financiamiento en 2025, porque la demora en el cronograma de ejecución hizo que los cálculos del presupuesto no se correspondan con los precios actuales de los materiales.
Según Granma, el impacto real de la reducción de fondos se sentirá en 2026, cuando municipios como Viñales pasen de manejar seis millones a apenas dos millones, insuficientes para obras de envergadura.
Pese a los llamados oficiales a fomentar ingresos locales para aumentar los montos disponibles, las condiciones económicas actuales y la falta de estrategia a largo plazo hacen poco probable una recuperación efectiva. A esto se suma la falta de transparencia: la Dirección de Desarrollo Territorial no ofreció a Granma detalles sobre los proyectos exitosos, el dinero generado ni los problemas que han resuelto.
Sin cifras claras, con fondos menguantes y errores que se repiten como atrasos, chapucerías y fallas de planificación, la llamada “contribución para el desarrollo local” se diluye entre promesas incumplidas, prioridades mal definidas y una planificación que sigue sin responder a las urgencias reales del país.
Desde que, a finales de 2021, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel declarara como una de sus prioridades el aumento de competencias para los municipios, el poder central del régimen busca hacer responsables a las entidades locales de que los cubanos tengan satisfechas sus necesidades básicas.
Díaz-Canel ha insistido en la producción local de alimentos como solución a la actual crisis alimentaria que atraviesa el país, con precios elevados y escasez de oferta en bodegas y mercados.
En abril pasado, el primer ministro Manuel Marrero Cruz reconoció que “lo más seguro que vamos a contar en cada territorio es lo que seamos capaces de producir con nuestros propios esfuerzos”, durante una evaluación sobre la implementación de la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional.
Estas declaraciones refuerzan la narrativa oficial de apelar a soluciones en los municipios, mientras mantiene un control férreo sobre los mercados y se obstaculizan soluciones descentralizadas o con participación privada real.
En septiembre de 2024, un propietario de negocio en Santiago de Cuba denunció el alto porcentaje que el régimen cubano retiene por cada venta realizada en las mipymes y los trabajadores por cuenta propia (TCP). Según esta persona, las autoridades obligan a incluir un “incremento del 10 % por cada venta, más 1 % para desarrollo local, 1.5 % para pagos a la cuenta fiscal y 1 % para la ACDAM”, lo que suma un 13.5 % que el gobierno cubano retiene por cada transacción comercial.
Preguntas frecuentes sobre el desarrollo local en Pinar del Río y sus desafíos
¿Por qué se ha reducido el presupuesto para el desarrollo local en Pinar del Río?
El presupuesto se ha reducido debido a un recorte en los fondos de la contribución territorial, que en 2025 solo asigna el 10% de los ingresos de las entidades estatales y privadas a los municipios. El 90% restante se centraliza, lo que limita considerablemente la capacidad financiera de las localidades para ejecutar proyectos de desarrollo.
¿Cuáles son las principales críticas sobre la gestión de los fondos para el desarrollo local en Pinar del Río?
Las principales críticas se centran en la mala gestión, ineficiencia y falta de transparencia en el uso de los fondos. Proyectos prometidos, como la restauración del cine Pedro Saidén, permanecen inconclusos después de muchos años, y gran parte de los recursos se destina a gastos corrientes en lugar de inversiones productivas que generen ingresos sostenibles.
¿Qué impacto tiene la reducción de fondos en los proyectos de desarrollo en Pinar del Río?
La reducción de fondos compromete la ejecución de proyectos sociales y económico-productivos. Esto afecta especialmente a iniciativas que buscan generar desarrollo sostenible y mejorar las condiciones de vida de la población, ya que los recursos son insuficientes para abordar obras de envergadura.
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