Una rastra se volcó este sábado a la altura del kilómetro 126 de la autopista nacional en Cuba, y provocó únicamente pérdidas materiales, sin que el conductor sufriera lesiones, según fuentes locales.
El accidente ocurrió luego de que el pesado vehículo se desestabilizara y volcara lateralmente. Testigos y fotos compartidas en redes sociales muestran el remolque volteado a una orilla de la carretera.
Aunque decenas de internautas han apuntado a que el conductor se quedó dormido, no existen testimonios oficiales sobre el siniestro.
Foristas con conocimiento del asunto dijeron, tras ver el video del accidente, que el hecho se había producido por un desperfecto en la llamada "quinta rueda" o el "perno de enganche".
Pese a la violencia del vuelco, el chofer salió ileso y se encuentra en buen estado, según confirmó un testigo. Las autoridades de transporte no han emitido todavía un informe oficial, pero se espera que se realice una inspección técnica al vehículo y la zona del siniestro.
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Incidentes anteriores reportados por CiberCuba han dado cuenta del vuelco de una rastra en el puente de La Habana en enero sin heridos y el accidente en abril donde una rastra y un jeep colisionaron sin víctimas graves.
Este suceso pone en evidencia las malas condiciones de la red vial cubana y del parque vehicular, además del impacto que estos vuelcos de carga pesada pueden tener sobre el tránsito.
Las recurrentes volcadas de rastras en la Autopista Nacional —vinculadas con fallas mecánicas, exceso de velocidad, fatiga del conductor y la deficiente infraestructura vial— han sido catalogadas como un “problema estructural” que requiere atención urgente.
En 2024, a pesar de una disminución en el número de accidentes laborales reportados en Cuba, la cifra de muertes en el trabajo no ha variado: 52 personas perdieron la vida en el año, manteniéndose así la alarmante estadística de una muerte por semana.
Los datos oficiales revelan una inquietante tendencia: si bien hay menos siniestros, los que ocurren tienden a ser más letales.
El coeficiente de fallecidos por cada 1,000 lesionados aumentó en casi un 60 %, pasando de 33,7 en 2023 a 53,3 en 2024. La cifra revela un contexto laboral más peligroso y un sistema de protección incapaz de amortiguar el golpe de los accidentes cuando suceden.
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