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Estados Unidos ha deportado a cinco migrantes de distintas nacionalidades -entre ellos un cubano- al lejano reino africano de Esuatini, en el marco de una expansión del programa de expulsiones a terceros países que ha puesto en marcha la administración del presidente Donald Trump.
Según confirmó este miércoles la subsecretaria de Asuntos Públicos del DHS, Tricia McLaughlin, los deportados fueron seleccionados por su historial criminal.
“Estos individuos son tan singularmente bárbaros que sus países de origen se negaron a acogerlos de vuelta”, declaró McLaughlin en X.
El ciudadano cubano incluido en este vuelo había sido condenado por asesinato en primer grado, agresión agravada a un oficial de policía, hurto mayor de vehículo, conducción temeraria con fuga agravada, y es señalado como miembro confirmado de la pandilla Latin Kings.
Aunque la noticia de las deportaciones ha sido celebrada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), ha despertado inquietud entre grupos de derechos humanos por el destino y los derechos de los deportados, enviados a un país sin vínculo alguno con sus orígenes.
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La negativa del régimen cubano
El caso del migrante cubano, cuya identidad no ha sido revelada por las autoridades estadounidenses, revela la postura del régimen de La Habana frente a los acuerdos migratorios con Washington.
Aunque oficialmente Cuba se compromete a recibir a sus ciudadanos deportados, en la práctica rechaza sistemáticamente a quienes tienen antecedentes penales graves, revisando cada caso a través del Ministerio del Interior (MININT)
El rechazo a recibir al cubano abrió la puerta a una alternativa polémica: la deportación a un tercer país sin vínculos culturales, lingüísticos ni jurídicos con el migrante.
La administración Trump encontró en Esuatini, una pequeña monarquía enclavada entre Sudáfrica y Mozambique, un nuevo destino para esos casos "recalcitrantes".
¿Qué es Esuatini?
Antiguamente conocido como Suazilandia, Esuatini es un país de apenas 1,2 millones de habitantes.
Gobernado por el rey Mswati III desde 1986, se considera la última monarquía absoluta de África, y una de las pocas que aún subsisten en el mundo.
Los partidos políticos están prohibidos de facto, y organizaciones internacionales han denunciado represión sistemática contra los movimientos prodemocráticos.
El régimen de Mswati ha sido criticado por su lujoso estilo de vida, en un país donde gran parte de la población vive en la pobreza.
Protestas acontecidas en 2021 en el país fueron duramente reprimidas, y dejaron decenas de muertos.
A pesar de tal panorama, Washington ha estrechado discretamente sus vínculos con el reino, facilitando acuerdos como el que permitió el arribo del vuelo con deportados.
El cubano, un “monstruo depravado” según Washington
Las autoridades estadounidenses han presentado al grupo deportado como una amenaza neutralizada.
“Han aterrorizado a las comunidades estadounidenses”, dijo McLaughlin, quien calificó a los cinco hombres como “monstruos depravados”.
El DHS no ofreció detalles sobre la fecha ni el punto de partida del vuelo hacia Esuatini, y tampoco confirmó si los hombres fueron extraídos directamente desde cárceles o tras operativos migratorios.
Los antecedentes del cubano son especialmente graves.
Además de su vinculación con los Latin Kings, había cumplido una sentencia de tres años de prisión por cargos violentos, incluida la agresión a un agente de policía, un delito severamente castigado en Estados Unidos.
“No es un vertedero para criminales”
La decisión de enviar deportados a Esuatini ha despertado preocupaciones tanto dentro como fuera del país africano.
La organización prodemocracia SWALIMO advirtió sobre el secretismo del acuerdo y cuestionó los riesgos de albergar individuos con historial criminal tan complejo.
“Puede enfrentar una gran tensión al alojar y gestionar a individuos con condenas penales serias”, afirmó el portavoz Ingiphile Dlamini; quien también denunció la “notable falta de comunicación oficial” del gobierno de Esuatini respecto al acuerdo con Washington.
En respuesta a la inquietud social, el portavoz del gobierno de Esuatini, Thabile Mdluli, aseguró que los cinco reclusos están actualmente alojados en unidades penitenciarias aisladas, y que “no suponen ninguna amenaza para el país ni para sus ciudadanos”.
Además, confirmó que se trabaja con la agencia de inmigración de Naciones Unidas para facilitar el tránsito de los deportados a sus países de origen, aunque no hay fecha definida ni garantía de repatriación.
Deportaciones en expansión
La Corte Suprema de Estados Unidos despejó el camino para este tipo de deportaciones tras un fallo reciente que permite enviar migrantes a países que no sean los suyos de origen.
En mayo, dos cubanos -José Manuel Rodríguez Quiñones y Enrique Arias Hierro- fueron enviados a Sudán del Sur, luego de que el régimen cubano se negara a aceptarlos.
La administración Trump negocia discretamente acuerdos similares con al menos 58 países, muchos de ellos africanos.
Ruanda ha reconocido públicamente estar en conversaciones con Washington, mientras que otros países como Nigeria han rechazado recibir deportados que no sean ciudadanos suyos.
Actualmente, 23 países están en la lista de “recalcitrantes” del Departamento de Estado, entre ellos Cuba, Venezuela, Haití y China.
Mientras las autoridades estadounidenses califican estas expulsiones como un logro en materia de seguridad nacional, el futuro del cubano deportado permanece incierto.
No se ha especificado si tiene acceso a representación legal, ni si podrá comunicarse con su familia en Cuba o Estados Unidos. Tampoco está claro si podría ser trasladado a un tercer país, o si permanecerá indefinidamente en custodia bajo el régimen de Mswati III.
Preguntas frecuentes sobre las deportaciones de cubanos a terceros países
¿Por qué Estados Unidos deporta a cubanos a terceros países como Esuatini?
Estados Unidos ha comenzado a deportar a cubanos a terceros países como Esuatini debido a que Cuba rechaza recibir a ciudadanos con antecedentes penales graves. Esta práctica se ha intensificado bajo la administración Trump, que busca nuevas estrategias para manejar a migrantes que no pueden ser repatriados a sus países de origen.
¿Qué criterios se utilizan para seleccionar a los cubanos deportados a terceros países?
Los cubanos deportados a terceros países suelen tener antecedentes penales graves. En el caso del cubano deportado a Esuatini, había sido condenado por varios delitos, incluyendo asesinato en primer grado y agresión agravada a un oficial de policía, y era miembro de una pandilla. Estos antecedentes contribuyen a que su país de origen se niegue a aceptarlos de regreso.
¿Qué es Esuatini y por qué es relevante en estas deportaciones?
Esuatini, antiguamente conocido como Suazilandia, es la última monarquía absoluta de África. Es relevante en estas deportaciones porque ha sido elegido por Estados Unidos como destino para migrantes deportados, a pesar de no tener vínculos culturales ni jurídicos con ellos. Washington ha estrechado sus vínculos con Esuatini, facilitando acuerdos para deportaciones.
¿Cuál es la postura del régimen cubano frente a la repatriación de sus ciudadanos deportados?
Aunque oficialmente Cuba se compromete a recibir a sus ciudadanos deportados, en la práctica rechaza sistemáticamente a quienes tienen antecedentes penales graves. Esta postura ha llevado a que Estados Unidos busque alternativas, como la deportación a terceros países, para individuos que Cuba se niega a aceptar.
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