La dolarización de la economía en Cuba avanza con paso firme, mientras el peso cubano (CUP) y la Moneda Libremente Convertible (MLC) continúan perdiendo terreno frente al dólar estadounidense.
A diario, nuevos establecimientos se suman a la modalidad de venta exclusiva en divisas, y el MLC queda relegado en las propias tiendas donde alguna vez fue moneda principal. Su precio baja en el mercado informal mientras el dólar y el euro se fortalecen.
Una nueva tienda en Matanzas, ubicada en la esquina de Ayllón y Contreras, pasará a operar en dólares a partir de agosto, según reveló el usuario Luis Ernesto Martínez González, en redes sociales. Actualmente funciona en MLC, pero como ha ocurrido en otros puntos del país, se espera que reciba mercancía una vez se active el cobro en "dinero verde".
"¿Hay algún cárnico?", preguntó Martínez durante su visita a la tienda. "Ninguno", fue la respuesta. La oferta es casi nula y las neveras están vacías, como ha sido común en las transiciones previas hacia la dolarización.
"Y si hoy la oferta es poca, no es culpa del bloqueo", ironizó el cubano, haciendo alusión a la narrativa oficial. "Es debido a la corrección de distorsiones", explicó usando la jerga del gobierno.
Lo más leído hoy:
El regreso del efectivo verde
Hace pocos días, otra cubana creadora de contenidos denunció en TikTok la imposibilidad de comprar productos cárnicos con el dinero enviado por su familia desde el exterior. Visitó una tienda en dólares esperando encontrar alimentos básicos, pero solo halló anaqueles vacíos. Al final, debió gastar su dinero en bebidas, salsa de tomate y artículos de aseo.
Ni siquiera el vuelto se entrega en dólares. La práctica habitual del Estado en estos casos es pagar la diferencia con caramelos y galleticas porque aseguran que no tienen billetes ni monedas en divisas.
Otra historia compartida por el usuario Jorge de Mello evidencia el mismo fenómeno. Las tarjetas en MLC del Banco Metropolitano ya no son aceptadas en muchos comercios.
En una tienda de 26 y Zapata, le rechazaron la tarjeta con el argumento de que solo se aceptaban dólares. Intentó regresar a otro local cercano, pero allí le dieron la misma respuesta: "Debe pagar con dólares".
El salario no alcanza ni para diez dólares
La realidad monetaria de los cubanos empeora con la devaluación constante del peso. Hoy, en el mercado informal, un dólar se cotiza a 390 CUP, un euro a 435 CUP y el MLC a 220 CUP. Con un salario medio de 4.000 pesos cubanos, un trabajador apenas puede comprar 10 dólares al mes, cifra irrisoria ante el precio de los alimentos dolarizados.
En mayo se reportaban al menos 85 tiendas en Cuba que operan exclusivamente en dólares, sin aceptar MLC ni pesos cubanos. La mayoría están en La Habana, pero esta red de establecimientos se ha extendido por toda la isla. En junio, el propio régimen anunció la apertura de 50 nuevas tiendas en dólares.
Durante una intervención en la Mesa Redonda, la viceministra de Comercio Interior, Aracelys Cardoso Hernández, admitió que la oferta en moneda nacional es prácticamente inexistente, y culpó a la “contracción de la producción y el déficit de divisas” por la falta de abastecimiento.
La dolarización es oficial desde diciembre
En diciembre de 2024, el gobierno cubano aprobó oficialmente la “dolarización parcial” de la economía. El documento, presentado por el primer ministro Manuel Marrero Cruz ante la Asamblea Nacional, autoriza el uso de dólares en efectivo y tarjetas específicas en sectores como el comercio minorista, aeropuertos, clínicas, ópticas y tiendas estatales.
La estrategia permite también pagar en divisas a productores agropecuarios y fabricantes de bienes exportables, con el objetivo —según el régimen— de sustituir importaciones y reactivar la economía. Sin embargo, en la práctica, lo que se impone es una economía dual donde el acceso a bienes básicos depende del acceso a dólares.
Mientras el pueblo enfrenta vacíos en las neveras y confituras como vuelto, la llamada “corrección de distorsiones” no parece más que otro paso hacia la exclusión de quienes no reciben remesas ni pueden acceder al cada vez más inalcanzable dólar estadounidense.
Preguntas frecuentes sobre la dolarización en Cuba y el uso de divisas
¿Cómo está afectando la dolarización a los cubanos?
La dolarización está generando una economía dual en Cuba, donde el acceso a bienes básicos depende del acceso a dólares. Muchos cubanos enfrentan dificultades para adquirir productos esenciales, ya que las tiendas en dólares no aceptan pesos cubanos ni Moneda Libremente Convertible (MLC). Esta situación ha agravado las desigualdades sociales, excluyendo a aquellos que no reciben remesas ni pueden acceder al dólar estadounidense.
¿Qué es la Moneda Libremente Convertible (MLC) y por qué está perdiendo vigencia?
La Moneda Libremente Convertible (MLC) es una moneda virtual utilizada en algunas tiendas cubanas, inicialmente introducida para captar divisas extranjeras. Sin embargo, con la creciente dolarización de la economía, el uso de MLC está disminuyendo, ya que las tiendas están transitando a la aceptación exclusiva de dólares. Esto ha generado confusión y descontento entre los cubanos que aún poseen fondos en MLC, ya que no pueden utilizarlos en las nuevas tiendas en dólares.
¿Por qué el gobierno cubano está impulsando la dolarización parcial de su economía?
El gobierno cubano está impulsando la dolarización para captar divisas extranjeras y reactivar la economía. La medida busca paliar la crisis económica y la escasez de productos básicos. Sin embargo, la estrategia ha sido criticada por aumentar la desigualdad social, ya que solo aquellos con acceso a dólares pueden beneficiarse de la oferta en estas tiendas.
¿Cómo afecta la dolarización al mercado informal de divisas en Cuba?
La dolarización ha impactado el mercado informal de divisas en Cuba, generando fluctuaciones en las tasas de cambio del dólar, el euro y la MLC. A pesar de la reducción de tiendas que aceptan MLC, su valor ha mostrado incrementos temporales debido a la alta demanda de productos en esta moneda para revender en pesos cubanos. Sin embargo, la tendencia a largo plazo indica una preferencia por el dólar, en línea con la política gubernamental.
Archivado en: