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El coronel de la reserva Pedro Francisco Rodríguez Peralta, un histórico oficial del Ministerio del Interior (MININT), falleció este domingo en Cuba a los 88 años, tras más de cinco décadas vinculado al aparato militar y represivo del régimen.
Originario de San Germán, en Holguín, Rodríguez Peralta fue combatiente de la Lucha Clandestina, participó en Playa Girón y desarrolló una extensa carrera en las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el MININT, donde llegó a ocupar cargos como jefe de la Dirección General del Orden Público, Tropa Guardafronteras y Guardabosques, según confirmó una nota oficial.
El coronel también participó en varias misiones internacionalistas en Angola. En una de ellas, en 1969, fue herido y capturado, permaneciendo como prisionero de guerra hasta 1974, cuando regresó a Cuba. Poco tiempo después, volvió a África en nuevas operaciones militares.
A lo largo de su trayectoria, fue condecorado con medallas y títulos que el régimen reserva para sus figuras más leales, entre ellas las de "Combatiente de la Lucha Clandestina", "Combatiente Internacionalista de Primera Clase" y la "Eliseo Reyes Capitán San Luis".
Según el MININT, los restos de Rodríguez Peralta serán cremados por decisión familiar y sus honores fúnebres se realizarán este lunes en la Necrópolis de Colón. Como es habitual, la nota no menciona ninguna autocrítica ni elementos críticos sobre su legado.
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Su muerte se produce en un contexto marcado por el fallecimiento recurrente de altos oficiales del MININT y las Fuerzas Armadas, varios de ellos con trayectorias similares: longevas, condecoradas y estrechamente ligadas a los mecanismos de represión y control interno.
En los últimos meses, han muerto figuras como el general de brigada Marcos Antonio Hernández Alcaraz, ex jefe de Establecimientos Penitenciarios; el coronel Lázaro Delgado Chaple, segundo jefe de la Dirección de Identificación e Inmigración, fallecido tras complicaciones por el virus del Oropouche; y el general Romárico Vidal Sotomayor García, sancionado por Estados Unidos por abusos durante las protestas del 11J.
Preguntas frecuentes sobre la muerte del coronel cubano Pedro Francisco Rodríguez Peralta y el contexto militar en Cuba
¿Quién fue Pedro Francisco Rodríguez Peralta y cuál fue su papel en el régimen cubano?
Pedro Francisco Rodríguez Peralta fue un coronel de la reserva del Ministerio del Interior (MININT) de Cuba, conocido por su participación en la Lucha Clandestina, la invasión de Playa Girón, y por su extensa carrera militar en las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Además, participó en misiones internacionalistas en Angola, donde fue capturado y permaneció como prisionero de guerra. Su trayectoria estuvo marcada por una estrecha relación con el aparato militar y represivo del régimen cubano.
¿Por qué su muerte es significativa en el contexto actual de Cuba?
La muerte de Rodríguez Peralta se suma a una serie de fallecimientos recientes de altos oficiales del MININT y las Fuerzas Armadas, lo que refleja un cambio generacional en la cúpula militar cubana. Esto ocurre en un contexto de creciente descontento social y presiones internas en Cuba. Además, su fallecimiento resalta la longevidad y el peso de las figuras históricas del régimen en el control del aparato represivo.
¿Qué impacto tiene la muerte de altos mandos militares en el régimen cubano?
La muerte de altos mandos militares como Rodríguez Peralta puede debilitar las estructuras de poder del régimen, ya que estos oficiales suelen ser figuras clave en el mantenimiento del control y la represión interna. Además, su desaparición abre la puerta a posibles reestructuraciones y cambios en la jerarquía militar, lo que podría influir en la estabilidad del régimen en un momento de crisis económica y social.
¿Cómo afecta la muerte de Rodríguez Peralta a la narrativa oficial del régimen cubano?
La muerte de Rodríguez Peralta subraya la narrativa de sacrificio y lealtad al régimen que el gobierno cubano intenta mantener. Su trayectoria, llena de condecoraciones y misiones internacionalistas, se presenta como un ejemplo de dedicación a la causa revolucionaria. Sin embargo, también pone de relieve las críticas hacia el uso de figuras históricas para justificar y perpetuar un sistema represivo.
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