Los cubanos enfrentan este martes otra jornada de apagones generalizados, en medio de una creciente desconfianza hacia los datos oficiales y una indignación acumulada por años de crisis energética sin solución.
La nota informativa más reciente de la Unión Eléctrica (UNE) reveló que la afectación real del lunes superó en casi 100 MW la cifra que había sido anunciada para el horario pico el día anterior.
Mientras la UNE pronosticaba una afectación de 1,862 megavatios (MW) para el lunes, la máxima afectación real fue de 1,952 MW, registrada a las 21:40 horas, un desfase que refuerza la percepción cada vez más extendidas de que las cifras oficiales no reflejan fielmente la magnitud del colapso eléctrico.
Este martes, el panorama no mejora. Según el parte oficial, a las 06:00 de la mañana la disponibilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) era de apenas 1,900 MW, frente a una demanda estimada de 3,270 MW, lo que provocó un déficit inmediato de 1,401 MW.
En el horario pico de esta noche, se estima una afectación de hasta 1,872 MW, si se cumplen las previsiones del ingreso parcial de siete motores en la patana de Regla (48 MW).
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Los 24 nuevos parques solares apenas aportaron 2,392 megavatios hora (MWh) en el día anterior, con una potencia máxima de 473 MW, insuficiente para compensar los apagones ni garantizar estabilidad al sistema.
El resto de las cifras tampoco invitan al optimismo: continúan fuera de servicio, por averías o mantenimiento, las unidades 6 de Mariel, 2 de Felton, 5 de Diez de Octubre, 3 y 5 de Renté, así como Santa Cruz y Céspedes. A esto se suman 467 MW fuera del sistema por falta de combustible.
La ciudadanía, agotada por una crisis crónica que no da tregua, cuestiona abiertamente la veracidad de los partes de la UNE. En redes sociales proliferan los reportes de apagones mucho más largos y frecuentes de lo anunciado, así como testimonios que apuntan a una planificación caótica y desigual.
Mientras tanto, el régimen de Miguel Díaz-Canel continúa destinando recursos millonarios a la construcción de hoteles e infraestructura turística, mientras la población sufre cortes eléctricos diarios, sin acceso estable a servicios básicos como el agua o la refrigeración de alimentos.
La desconexión entre las prioridades del gobierno y las necesidades reales de la ciudadanía no hace más que aumentar la desesperanza.
Con cifras cada vez más escandalosas, la pregunta que domina hoy en las calles de Cuba no es si habrá apagones, sino cuántas horas sin electricidad habrá que soportar otra vez.
La Habana también colapsa: 24 horas sin luz y apagón masivo nocturno
La Empresa Eléctrica de La Habana confirmó que la capital sufrió afectación eléctrica durante las 24 horas del lunes, con un pico de apagón de 128 MW a las 9:40 p.m.
El servicio no fue totalmente restablecido hasta las 6:05 a.m. de este martes. Según indicó la entidad estatal en sus redes sociales, fue necesario afectar incluso al bloque de reserva (B1), una señal clara del colapso operativo.
Además, se publicó el cronograma oficial de apagones para este martes y la madrugada del miércoles 6 de agosto, con afectaciones programadas para todos los bloques de usuarios —incluyendo nuevamente al de reserva— en tramos de entre 2 y 4 horas a lo largo de todo el día y la madrugada.
La empresa recordó que, aunque un bloque no aparezca en el listado de planificación, puede quedar sin servicio si se produce alguna avería.
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