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Una joven cubana de 20 años murió bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, perteneciente a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), en Laredo, Texas, tras sufrir complicaciones de una enfermedad preexistente que no había sido reportada, según confirmó la agencia en un comunicado oficial publicado el viernes.
De acuerdo con el informe, la mujer fue detenida la noche del 1 de octubre junto a su madre, después de cruzar el Río Bravo cerca de la carretera US 83, al sur de Laredo. Ambas fueron trasladadas a una estación de procesamiento, donde personal médico determinó que la joven padecía una condición renal que requería tratamiento de diálisis.
A pesar de la gravedad del diagnóstico, su traslado a un hospital especializado se demoró más de una hora. Fue ingresada primero en el Doctors Hospital of Laredo y, al día siguiente, remitida al Hospital Metodista Metropolitano de San Antonio, donde permaneció internada hasta su fallecimiento el 13 de octubre a las 9:58 p.m.
CBP indicó que la mujer “murió a causa de su enfermedad” y que no se practicó autopsia. El caso está siendo revisado por la Oficina de Responsabilidad Profesional del Departamento de Seguridad Nacional, que notificó a la Oficina del Inspector General.
Aunque el informe subraya que la joven sufría una “condición preexistente no reportada”, el documento no aclara si la Patrulla Fronteriza le proporcionó tratamiento médico oportuno ni si la demora en el traslado influyó en el desenlace. Tampoco se reveló su nombre ni las circunstancias previas a su viaje.
La muerte de la joven ocurre en un contexto de endurecimiento de la política migratoria estadounidense y un descenso histórico de cruces irregulares por la frontera sur. Según datos recientes del Departamento de Seguridad Nacional, el año fiscal 2025 registró el número más bajo de detenciones en más de 50 años, con apenas 238,000 casos, frente a los más de dos millones contabilizados en 2022.
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La actual administración del mandatario Donald Trump ha reivindicado la caída de cruces como un logro en materia de seguridad fronteriza, tras sellar gran parte del límite con México, restringir el asilo y suspender programas humanitarios.
Sin embargo, organizaciones de derechos humanos advierten que la política disuasoria ha empujado a los migrantes a rutas más peligrosas y ha incrementado los riesgos para quienes, como la joven cubana, llegan en condiciones de vulnerabilidad extrema.
Mientras el gobierno celebra cifras, la muerte de esta muchacha recuerda que detrás de cada número hay una historia de desesperación y búsqueda de futuro, truncada entre la frontera y la burocracia.
Preguntas frecuentes sobre la muerte de la joven cubana en custodia de CBP
¿Cómo murió la joven cubana bajo custodia de la Patrulla Fronteriza en Texas?
La joven cubana murió debido a complicaciones de una enfermedad renal preexistente que no había sido reportada, según informó la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos. A pesar de la gravedad de su condición, hubo una demora en su traslado a un hospital especializado.
¿Por qué se ha criticado la respuesta de las autoridades a la muerte de la joven cubana?
La crítica surge porque no se ha aclarado si recibió tratamiento médico oportuno ni si la demora en el traslado al hospital influyó en su fallecimiento. Además, el caso se da en un contexto de políticas migratorias más restrictivas que han sido objeto de controversia.
¿Cómo ha cambiado la política migratoria en Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump?
Durante la administración de Donald Trump, se ha endurecido la política migratoria, lo que ha resultado en una reducción significativa de cruces irregulares. Esto se ha logrado a través de la militarización de la frontera, restricciones en el asilo y la eliminación de programas humanitarios.
¿Cuál es el impacto de las políticas migratorias actuales en los migrantes cubanos?
Las políticas migratorias actuales han reducido drásticamente las posibilidades de entrada para los migrantes cubanos, quienes históricamente han dependido de la frontera sur de Estados Unidos como una vía crucial para ingresar al país. Esto ha resultado en un descenso significativo en el número de cruces irregulares.
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