En Santiago de Cuba, un anciano ciego, Luis Ibarra Odio, lleva 13 años esperando ayuda estatal para reparar su vivienda destruida por el huracán Sandy, ocurrido en 2012. Su hija lanzó una petición urgente ante la inminente llegada del huracán Melissa, que amenaza el oriente cubano con vientos extremadamente peligrosos.
“Mi papá no ve, vive solo y su casa está en pésimas condiciones. Todo el mundo lo sabe, hasta el presidente de la zona, pero nadie hace nada. Han pasado 13 años y nunca le han dado ni ayuda, ni materiales, ni comida”, denunció la mujer, según relató la periodista Yosmany Mayeta Labrada en sus redes sociales.
Según la información difundida por Mayeta, vecinos del Reparto El Campito, en la ciudad de Santiago, habrían confirmado que el anciano vive en condiciones de abandono y sin recursos básicos para enfrentar el impacto del huracán, mientras su hija implora la intervención de alguna institución o persona solidaria que pueda auxiliarlo antes de la llegada del fenómeno meteorológico.
El huracán Melissa alcanzó la categoría 5, con vientos de 280 km/h y rachas de hasta 388 km/h, una de las más altas jamás registradas en el Caribe, según mediciones de la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos). Durante un vuelo de reconocimiento, una sonda detectó esa ráfaga en el ojo del sistema, lo que da una idea de su enorme potencia.
El fenómeno se encontraba a unos 460 kilómetros al suroeste de Santiago de Cuba, con una presión central de 906 milibares, y los expertos alertaron sobre lluvias torrenciales, inundaciones costeras e intensas marejadas que podrían afectar el litoral sur del oriente cubano.
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El meteorólogo José Rubiera advirtió que Melissa es un sistema “gigantesco y monstruoso” que podría acercarse al territorio cubano entre la noche del martes y la madrugada del miércoles con categoría 4 o 3.
En medio de la alerta por el huracán Melissa, una situación similar fue denunciada en Camagüey, donde Sebastiana Olga Cepero Álvarez, una anciana de 91 años y con la cadera fracturada, permanece encamada en una vivienda al borde del derrumbe. Su caso fue dado a conocer por José González, quien pidió ayuda urgente a las autoridades del municipio de Céspedes ante el riesgo de colapso de la casa (ver detalles).
“Su casa está en peligro de derrumbe... por favor, a las autoridades competentes de mi municipio, lleguen a su casa y tomen acciones”, escribió González junto a imágenes que muestran el techo a punto de colapsar y a la anciana postrada en su cama. Vecinos del barrio también han alertado que la mujer vive sola y su casa se puede caer en cualquier momento, mientras crecen los llamados a intervenir antes de que ocurra una tragedia.
El drama de Luis Ibarra Odio no es un hecho aislado. Ya en 2020, la santiaguera Niorvis Deli Lamota contó que llevaba ocho años esperando materiales para reconstruir su vivienda en el poblado de El Cristo, tras el paso de Sandy. “Ya no da más la carpa esa. A veces quisiera hasta morirme para no pasar estos trabajos que estoy pasando con esta vivienda”, dijo la mujer, quien además padece varias enfermedades que le impiden trabajar.
Al igual que Ibarra, Deli Lamota aseguró haber enviado cartas y solicitudes a las autoridades locales sin obtener respuesta. En su caso, la gobernadora provincial le prometió ayuda que nunca llegó.
Otros damnificados, como Teresa Caballero Romero, también denunciaron haber sido ignorados pese a las promesas oficiales, reflejando una crisis estructural de abandono y desprotección social en una de las provincias más golpeadas por los huracanes en Cuba.
Mientras el país se prepara para el posible impacto de Melissa, los casos de personas vulnerables sin refugio seguro revelan la fragilidad del sistema asistencial cubano. Luis Ibarra Odio, ciego y sin recursos, espera todavía que la promesa de ayuda que le hicieron tras el paso de Sandy se cumpla, antes de que un nuevo ciclón vuelva a poner su vida en riesgo.
“Este caso refleja la dura realidad de muchos ancianos en Cuba, que tras años de promesas incumplidas, siguen esperando con fe que llegue una mano amiga que los proteja en momentos críticos”, señaló la periodista Yosmany Mayeta Labrada.
Preguntas frecuentes sobre el huracán Melissa y la situación en Cuba
¿Cuál es la situación de Luis Ibarra Odio tras el huracán Sandy?
Luis Ibarra Odio, un anciano ciego, lleva 13 años esperando ayuda estatal para reparar su vivienda dañada por el huracán Sandy en 2012. Vive en condiciones de abandono en Santiago de Cuba, sin recibir materiales, ayuda ni comida, según denuncias de su hija y vecinos. Ahora, ante la llegada del huracán Melissa, su situación es aún más crítica.
¿Qué peligros representa el huracán Melissa para Cuba?
El huracán Melissa es un fenómeno de categoría 5, con vientos de hasta 280 km/h, considerados extremadamente peligrosos. Se esperan lluvias torrenciales, marejadas ciclónicas e inundaciones que podrían causar daños catastróficos en el oriente cubano, particularmente en Santiago de Cuba y provincias aledañas.
¿Cómo están preparándose los santiagueros ante el huracán Melissa?
Ante la inminente llegada del huracán Melissa, los santiagueros aseguran sus techos con bolsas de arena, piedras y cabillas improvisadas. Jóvenes de varios barrios trabajan contrarreloj para proteger sus viviendas, colaborando también con adultos mayores y madres solas, mientras las autoridades locales intentan contener la alarma.
¿Qué medidas ha tomado el gobierno cubano ante la amenaza del huracán Melissa?
El gobierno cubano ha declarado la alarma ciclónica para varias provincias orientales, anticipando evacuaciones y medidas preventivas. Sin embargo, persisten críticas por la falta de acción efectiva y recursos, como alimentos y asistencia a los más vulnerables, reflejando una crisis estructural en el sistema asistencial.
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