Joven cubano encuentra estabilidad laboral tras formarse como carnicero en España

Rolan González, joven cubano en España, se reinventa tras un curso de carnicería. Pasó de trabajos duros a una vida estable ganando hasta 1,200 euros mensuales, destacando su capacidad de adaptación.

Rolan González, joven cubano residente en Galicia. Foto © Collage/Youtube/ Rolan Vlogger

A poco más de un año de haber llegado a España, el joven cubano Rolan González ha logrado lo que muchos migrantes solo sueñan, teniendo estabilidad laboral, un salario digno y una nueva vida lejos de la isla.

Desde La Coruña, Galicia, cuenta cómo aprendió el oficio de carnicero en un curso de tres semanas y hoy gana entre 1,100 y 1,200 euros al mes, en un empleo que considera “muy demandado”.

“Cuando terminé mi contrato en el supermercado, empecé a entrar en todas las páginas de empleo. Vi una oferta de carnicería sin experiencia y mandé mi currículum. Me llamaron a los dos días”, recuerda.

Pasó tres entrevistas, una grupal y dos individuales, antes de ser seleccionado. “Hice un curso de tres semanas en Madrid y allí cogí las bases principales, pero nunca se aprende tanto como en la práctica del día a día”, contó en su canal de YouTube, RolanVlogger.

Al principio, todo le parecía abrumador: “La vitrina estaba llena de carne de pollo, cerdo, ternera, pavo, conejo… tenía la cabeza vuelta loca. Tenía que memorizar cada pieza y cada corte”.

Entre risas, recuerda cuando un cliente le preguntó de dónde venía el cordero y él, nervioso, respondió: “De la oveja”. “Me quería morir de la pena”, confiesa, pero asegura que la experiencia lo ayudó a perder el miedo y ganar confianza.


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De cargar andamios a cortar carne

Antes de convertirse en carnicero, Rolan había pasado por trabajos duros y mal pagados. “Mi primer empleo fue en construcción, montando andamios. Era esfuerzo físico fuerte, pero lo aguanté. Ganaba unos 1,150 euros al mes y a veces tenía que ponerme una faja porque la espalda no me aguantaba”, recordó.

Luego trabajó en el puerto, pelando lomos de atún y soportando temperaturas de hasta -26 grados en cámaras frigoríficas. “Te destruye la mano. A veces trabajabas solo dos o tres horas, sin horario fijo, y cobré 660 euros el primer mes”, explicó.

Esas experiencias, dice, lo templaron. “Lo importante es no estancarse donde no te sientas cómodo. Si quieres progresar, tienes que moverte. El que busca, encuentra”, repite como un mantra.

Cuando consiguió empleo en el supermercado, empezó como cajero y reponedor. “Fue un contrato vacacional, de cuatro meses. Hice horas extras y un mes llegué a cobrar 1,320 euros. Fue uno de mis mejores fines de mes”, cuenta.

Ahora, desde el área de carnicería, siente que ha encontrado su sitio: “Ya pasé la etapa de novato. Me siento cómodo, aprendo cada día y tengo compañeros increíbles”.

Vivir con 1,200 euros en España: una carrera de resistencia

Aunque Rolan se siente afortunado, reconoce que vivir con 1,200 euros en España no es sencillo. Entre el alquiler, la comida y los gastos básicos, el dinero apenas alcanza. “Lo que cobro puede ser una caca para muchos y mucho para pocos”, dice con realismo. Y no le falta razón: el salario mínimo en España ronda los 1,000 euros mensuales, por lo que su sueldo apenas lo coloca por encima del umbral de lo justo.

En ciudades como La Coruña, una habitación en piso compartido puede costar entre 300 y 400 euros, a lo que se suman transporte, comida y servicios. Por eso, cada jornada de lunes a sábado, con turnos partidos y poco descanso, se convierte en una maratón silenciosa para sostenerse lejos de casa.

Pero para él, más que una cuestión de dinero, es una conquista personal. “Esto me ha dado estabilidad y experiencia. No llevo dos años aquí y ya tengo una profesión”, afirma con orgullo.

“El que busca, encuentra”

Su historia, que también fue recogida por el diario El Español, ha llamado la atención por lo inspiradora y real. Pero más allá de los titulares, Rolan representa a muchos jóvenes cubanos que, al emigrar, se enfrentan al reto de recomenzar desde cero.

Desde el andamio hasta la carnicería, su testimonio encierra algo más profundo que el esfuerzo laboral, también es la capacidad de adaptación y el deseo de vivir con dignidad.

“Siempre digo que hay que buscar, porque el que busca, encuentra”, repite mirando a la cámara.
Y quizás, en esa frase sencilla, está el resumen de su historia: la de un cubano que cambió los miedos por herramientas, el cansancio por orgullo y el salario justo por una vida que, poco a poco, empieza a llamarse hogar.

Preguntas frecuentes sobre la experiencia de migración y adaptación en España

¿Cómo logró Rolan González encontrar estabilidad laboral en España?

Rolan González encontró estabilidad laboral en España tras realizar un curso de carnicería de tres semanas en Madrid. Después de completar el curso, postuló para una oferta de empleo en un supermercado sin tener experiencia previa y fue contratado tras pasar por tres entrevistas. Actualmente, trabaja como carnicero en La Coruña, Galicia.

¿Cuánto gana un carnicero en España y cómo es el costo de vida con ese salario?

En el caso de Rolan González, gana entre 1,100 y 1,200 euros al mes trabajando como carnicero. Aunque este salario está ligeramente por encima del salario mínimo en España, que ronda los 1,000 euros mensuales, vivir con esta cantidad no es fácil. Los gastos básicos como el alquiler, la comida y el transporte consumen gran parte del ingreso, convirtiendo el día a día en una carrera de resistencia para mantenerse estable económicamente.

¿Qué desafíos enfrentan los migrantes cubanos al buscar empleo en España?

Los migrantes cubanos, como Rolan González, enfrentan desafíos significativos al buscar empleo en España, incluyendo la necesidad de adaptarse a nuevos oficios y condiciones laborales. El proceso implica aceptar trabajos que pueden no estar relacionados con sus estudios o experiencias previas, como ocurrió con Rolan, quien pasó de trabajos mal pagados en construcción y en puertos, a encontrar estabilidad como carnicero. Además, deben aprender a manejar las diferencias culturales y lingüísticas, así como lidiar con la burocracia para obtener permisos laborales.

¿Qué consejos ofrece Rolan González para otros migrantes que buscan estabilidad en el extranjero?

El consejo principal de Rolan González es “el que busca, encuentra”, lo que implica ser persistente y proactivo en la búsqueda de oportunidades laborales. También enfatiza la importancia de no quedarse estancado en empleos donde no se sienta cómodo y de estar dispuesto a adaptarse y aprender en nuevos entornos laborales para progresar y encontrar estabilidad.

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Este artículo ha sido generado o editado con la ayuda de inteligencia artificial. Ha sido revisado por un editor antes de su publicación.




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