Lo que debía ser una noche de celebración terminó en descontento y frustración, luego de que decenas de espectadores que asistieron al Pabellón Cuba, en La Habana, para presenciar el capítulo final de la telenovela Regreso al corazón, denunciaron caos organizativo, largas esperas y mala gestión del evento.
“Tenía la ilusión de disfrutar junto a mi madre en el día de su cumpleaños. Pagué la reserva antes del 5 de diciembre, según la promoción, y fue una decepción total. Mala organización, una falta de respeto, es jugar con las personas y su economía. No digo más, las imágenes hablan solas”, escribió una usuaria en redes sociales.
Las imágenes posteadas por este internauta muestran una enorme "molotera" para acceder al centro recreativo.

Las críticas inundaron Facebook pocas horas después de la proyección. Algunos espectadores expresaron su disgusto no solo por el desorden del evento, sino también por la pobreza artística del desenlace de la novela.
“No me gustó el final de la novela, lo vi muy elemental, muy insípido. Y al final personas que nunca se vieron en la novela, la boda de Alejandra y Diego unos bien vestidos y otros en pantalones cortos. Se nota que estaban rellenando la escena”, comentó el internauta Reinier Monteagudo Gutiérrez.
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Otros asistentes coincidieron en el malestar general: “Fue catastrófico entrar, todo un caos”, “Qué falta de respeto, aunque no me sorprende”, o “Dejar la comodidad de mi hogar para estar en esa tumultuera” fueron algunos de los mensajes más compartidos.
Además del desorden, varios asistentes mencionaron que el mal clima y la falta de logística complicaron aún más la experiencia.
“Lo imaginé así mismo, por eso no perdí mi tiempo en ir. El cubano de a pie está falta de entretenimiento sano”, comentó otra usuaria.
En contraste, medios oficiales y páginas afines al régimen presentaron el evento como una “noche inolvidable” en la que “se vivieron emociones, aplausos y momentos compartidos entre el público y los artistas”.
Incluso se destacó el concierto del cantante Waldo Mendoza como cierre “espectacular” de la jornada.
El acto, promovido por la televisión cubana y empresas culturales del Estado, reunió a cientos de personas en el Pabellón Cuba, un espacio tradicional del Vedado habanero.
“Una cosa es lo que dicen los medios, y otra lo que vivimos nosotros. Hubo descontrol, empujones, mala atención. Nadie sabía por dónde entrar ni cómo funcionaba la reserva”, explicó una joven que asistió al evento.
“Nos vendieron una experiencia cultural y terminó siendo una pérdida de tiempo. Es lo mismo de siempre: improvisación, falta de respeto y cero consideración con el público”, escribió otro usuario en Facebook.
Regreso al corazón fue una de las telenovelas más vistas del año en Cuba, seguida con entusiasmo por miles de espectadores que buscaban en ella un respiro ante la crisis diaria.
“El cubano solo quería distraerse un rato, y ni eso se pudo disfrutar en paz”, resumió una asistente.
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