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Pascual Jiménez, un cubano de 64 años residente en la localidad de Altamira, enfrenta la vejez en condiciones de extrema precariedad, sin respaldo institucional y con un techo que amenaza con caerle encima. Su historia fue dada a conocer en redes sociales por el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada, quien denunció el abandono que sufren muchos en Santiago de Cuba.
Las imágenes publicadas por Mayeta muestran a Pascual dentro de su vivienda, una estructura modesta con evidentes signos de precariedad. En el interior se aprecian condiciones humildes y escasos recursos, reflejo de la situación que el reportero describió como abandono institucional.
Su historia, sin embargo, no es una excepción, sino del reflejo crudo del desamparo gubernamental que pesa sobre miles de personas no solo en Santiago de Cuba, que sobreviven gracias a la caridad vecinal.
A sus 64 años, Pascual ya no tiene la fuerza de antes. Según el testimonio difundido, enfrenta una realidad marcada por la escasez de alimentos, la precariedad de los servicios básicos y la ausencia de asistencia social efectiva. El reportero señaló que las promesas de protección al adulto mayor quedan en discursos.
Vecinos de la zona confirmaron en los comentarios de la publicación que el hombre vive solo y sin apoyo. Uno de ellos aseguró que “vive en condiciones muy tristes y sin la ayuda de nadie”, mientras otro denunció que “los dirigentes de la comunidad ni por enterado se dan del caso”, pese a que su vivienda fue afectada por el último ciclón. Otros usuarios coincidieron en que “los mayores están echados al abandono total” y que “no hay justificación de ninguna institución”.
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El caso de Pascual no es aislado. En las últimas semanas, han salido a la luz otras historias similares que evidencian la vulnerabilidad de los cubanos de edad avanzada en el oriente del país. En Santiago de Cuba, la historia de Teresa Ramis, de 70 años, mostró a una mujer enferma y sola, sin atención médica, hasta que una denuncia en redes sociales logró que las autoridades aparecieran.
También en la misma ciudad, Ulises Castro Reyes, de 75 años, perdió por segunda vez su vivienda tras el paso del huracán Melissa. Su casa de madera colapsó por completo y no ha recibido ayuda oficial, pese a promesas gubernamentales.
Casos como el de una familia en Mayarí, Holguín, que lo perdió todo durante el mismo huracán, muestran una situación extendida de desamparo. Las denuncias apuntan a que las ayudas estatales se concentran en zonas mediáticas, mientras los barrios marginales quedan fuera de toda protección.
En otro caso reciente, un cubano enfermo clamó por comida y agua tras la muerte de su esposa: “Mi mujer se murió y yo me estoy muriendo”, dijo en un testimonio que conmovió a miles de usuarios y evidenció la magnitud del abandono estatal.
La situación de Pascual Jiménez se inscribe en un contexto donde envejecer en Cuba se ha vuelto un desafío de supervivencia. La escasez de alimentos, medicamentos y programas sociales efectivos deja a miles de cubanos en condiciones indignas, mientras las instituciones estatales mantienen un silencio administrativo ante la pobreza que los rodea. Su caso es otro recordatorio del drama cotidiano que enfrentan los adultos mayores cubanos, mientras el Estado sigue mirando hacia otro lado.
“Envejecer no debería ser una condena. La pobreza no puede seguir siendo política de Estado”, concluyó Mayeta en su publicación, reflejando el sentimiento de impotencia de una población que envejece sin respaldo.
Preguntas frecuentes sobre el abandono de ancianos en Cuba
¿Cuál es la situación de Pascual Jiménez en Santiago de Cuba?
Pascual Jiménez, un hombre de 64 años, enfrenta condiciones de extrema precariedad en Santiago de Cuba. Vive en una vivienda en ruinas, sin respaldo institucional y con escasos recursos. Su caso es un reflejo del desamparo gubernamental que afecta a muchos ancianos en la región.
¿Cómo se está abordando la atención a los ancianos en Cuba?
La atención a los ancianos en Cuba es deficiente. Existe una falta de asistencia social efectiva, lo que deja a muchos ancianos en condiciones indignas. Las instituciones estatales a menudo no responden adecuadamente, y los casos de abandono institucional son comunes. Las redes sociales y las denuncias públicas se han convertido en herramientas clave para visibilizar estos problemas y forzar una respuesta gubernamental.
¿Qué papel juegan las redes sociales en la visibilización de estos casos?
Las redes sociales juegan un papel crucial en la visibilización de casos de abandono de ancianos en Cuba. Permiten que denuncias como las de Pascual Jiménez, Teresa Ramis y otros ancianos sean conocidas públicamente, lo que a menudo lleva a una respuesta tardía de las autoridades. Sin estas plataformas, muchos casos quedarían en el olvido.
¿Qué desafíos enfrentan los ancianos en Cuba debido a desastres naturales?
Los ancianos en Cuba enfrentan graves desafíos durante desastres naturales, como huracanes y tormentas. A menudo pierden sus hogares y no reciben la ayuda necesaria para reconstruir sus vidas. La falta de infraestructura adecuada y la respuesta ineficaz del gobierno agravan su vulnerabilidad en estas situaciones.
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