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El presidente electo de Chile, José Antonio Kast, anunció este martes la propuesta de crear un “corredor humanitario” para facilitar la deportación de migrantes en situación irregular hacia sus países de origen.
La declaración fue realizada durante una conferencia de prensa en Buenos Aires, tras reunirse con el presidente argentino Javier Milei, en el marco de su primera gira regional desde su victoria electoral en noviembre, citó la agencia de noticias EFE.
“Hemos planteado a diferentes presidentes en ejercicio que tenemos que tener coordinación para abrir un corredor humanitario de devolución de estas personas a sus respectivos países”, dijo Kast.
El político chileno, de línea ultraconservadora, afirmó que la migración “ha afectado gravemente” la situación social y económica de Chile, país que, según dijo, “se ha vuelto atractivo para personas que huyen de naciones que destruyeron su economía”.
La propuesta de Kast marca una continuidad con su discurso de campaña centrado en la seguridad y el control fronterizo, y ha generado reacciones encontradas.
Mientras algunos sectores empresariales y conservadores respaldan su idea, organizaciones de derechos humanos la califican de “criminalización de la migración”.
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Chile ha experimentado en los últimos años un notable aumento en la llegada de migrantes, principalmente desde Venezuela, Haití y Bolivia.
La mayoría de ellos busca escapar de la crisis económica y política de sus países de origen.
Desde 2021, el país ha endurecido sus políticas migratorias, incluyendo la implementación de expulsiones colectivas y mayores restricciones para obtener residencia legal.
Durante su encuentro con Milei, Kast señaló que su gobierno buscará “fortalecer la cooperación regional” en temas migratorios y de seguridad, una prioridad que, según dijo, comparte con el mandatario argentino.
La propuesta del nuevo presidente chileno se suma a una tendencia creciente en América Latina de endurecer las políticas migratorias, en medio de crisis humanitarias y económicas que empujan a millones de personas a desplazarse.
Esta tendencia también ha estado influenciada por lo que algunos llaman el efecto Trump, que ha emprendido una cacería de inmigrantes en Estados Unidos.
Países como Perú, Ecuador y Argentina también han enfrentado un aumento de migrantes venezolanos y haitianos en los últimos años.
Mientras tanto, la ONU y organismos humanitarios han advertido que la creación de “corredores de deportación” podría violar derechos internacionales básicos si no se garantizan procesos de retorno voluntario y condiciones seguras en los países de destino.
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