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Con apenas $500 en el bolsillo y una promesa, el cubano Juan Hernández emprendió en 2022 un viaje que lo llevaría a Estados Unidos, donde ya es propietario de un negocio.
En declaraciones a Univisión, contó que el 22 de abril de 2022 dejó Cuba en busca de un futuro mejor, impulsado por una promesa de fe a las vírgenes que, según él, lo acompañaron durante todo el camino.
“Fue tratar de buscar un sueño mejor para mí y para mi familia. Mi familia siempre me apoyó y ha estado pendiente de mí y mis proyectos para poderles dar un mejor futuro”, recordó el ahora empresario.
Dijo que en poco tiempo pasó de ser veterinario en Cuba a dueño de su propio negocio de soldadura en Estados Unidos.
“Cuando uno sale de Cuba con tan poco, todo lo que se gana afuera tiene un valor doble: el del sacrificio y el de la libertad”, dice Juan.
Al recordar su llegada a la frontera explica que al llegar a Texas tuvo que empezar desde cero, pues no tenía contactos, ni recursos y su inglés era bien limitado.
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En esa época se dedicó a trabajos temporales hasta que aprendió el oficio de soldador.
Explica que poco a poco, con disciplina y fe, logró montar un pequeño taller en San Antonio, al que bautizó como “Las 3 vírgenes cubanas”.
“Antes de salir de mi país le pedí mucho a las 3 vírgenes y a la Virgen de Guadalupe que me llevaran con bien a Estados Unidos. Les prometí que si lo lograba, les pondría ese nombre a mi negocio”, contó.
Hoy, el taller familiar de Juan Hernández es un ejemplo de esfuerzo y superación en la comunidad hispana, especialmente en un momento de desaliento para miles de inmigrantes que se sienten perseguidos en el país.
Su esposa, Carmen Hurtado, de origen mexicano, lo acompaña en esta nueva etapa, asegurando que la Virgen de Guadalupe ha sido la guía espiritual del matrimonio.
Ambos han tenido la oportunidad de visitar la Basílica de Guadalupe en México para agradecer por las bendiciones recibidas. Desde allí, enviaron un mensaje a quienes, como ellos, dejaron su tierra buscando un futuro mejor:
“Nunca dejen de luchar. Aférrense a la fe, trabajen con disciplina y constancia. Los sueños sí se cumplen”, afirmó Hernández, emocionado al recordar su llegada con solo 500 dólares.
Hoy, “Las 3 vírgenes cubanas” no solo es un negocio exitoso, sino también un símbolo de fe, sacrificio y esperanza para cientos de inmigrantes que buscan abrirse camino en Estados Unidos.
Historias como la de Juan Hernández reflejan la realidad de miles de cubanos que, ante la falta de oportunidades en la isla, han decidido emigrar. Sin embargo, lejos de rendirse, muchos han logrado salir adelante gracias a su esfuerzo, su trabajo y su profunda fe.
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