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El Banco Central de Cuba (BCC) oficializó este 18 de diciembre una nueva tasa de cambio de 1 USD = 410 CUP y 1 EUR = 481.42 CUP, una medida que implica una devaluación del 242% del peso cubano respecto al tipo anterior de 1x120.
El economista Pedro Monreal calificó el hecho como “la mayor devaluación oficial de una moneda en 2025 a nivel mundial”, un récord que pone a Cuba a la cabeza de un ranking en el que nadie quiere aparecer.
Una devaluación histórica “por decreto”
La medida, presentada por el régimen como parte de su “transformación del mercado cambiario”, equivale a una pérdida inmediata de más de dos tercios del valor nominal del peso cubano.
Hasta ahora, el Estado mantenía una tasa oficial de 120 pesos por dólar, pero en la práctica ya reconocía la tasa informal para fijar precios internos en el comercio y la importación.
Por eso, como subrayó Monreal, la moneda ya estaba devaluada por el propio mercado: “El Banco Central solo oficializa lo que la economía real había determinado hace meses”.
En otras palabras, no se trata de una corrección técnica, sino de una admisión tardía del colapso monetario.
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Devaluación oficial vs. devaluación de mercado
En economía, una devaluación oficial ocurre cuando el gobierno decide, de forma centralizada, bajar el valor de su moneda frente a otras.
En cambio, una devaluación de mercado sucede cuando esa pérdida de valor ocurre naturalmente, empujada por la oferta y la demanda, la inflación o la falta de confianza.
En Cuba, ambas devaluaciones llevan años marchando en paralelo:
- El mercado informal ya cotizaba el dólar a 440 CUP y el euro a 480 CUP antes del anuncio.
- El gobierno, sin reservas ni divisas suficientes, simplemente legalizó el desastre.
Comparaciones internacionales
En 2025, varias monedas se han depreciado, pero ninguna con la magnitud del peso cubano.
El rial iraní perdió cerca del 50% de su valor frente al dólar. La libra libanesa, una de las monedas más inestables del planeta, se depreció un 60%.
Por su parte, la rupia indonesia y el dong vietnamita también se debilitaron, aunque en porcentajes menores al 15%.
Cuba, con su desplome del 242% en un solo día, rompe cualquier referencia global. Ninguna economía reconocida ha experimentado en 2025 una devaluación oficial de tal magnitud.
El reconocimiento del fracaso
Con esta medida, el régimen intenta crear una “tasa flotante” más realista y captar divisas por vías legales.
Pero el problema de fondo sigue intacto: no hay confianza, no hay dólares y no hay producción.
La devaluación no es señal de recuperación, sino una confesión pública del derrumbe del peso cubano.
El gobierno puede cambiar el número, pero no la realidad: el valor del dinero lo sigue decidiendo la calle.
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