No pocas ilustres personalidades se hospedaron en este lujoso hotel, que un día fuera un paradigma de la infraestructura hotelera en Cuba.
Desde hace muchos años en el lugar viven aproximadamente 300 personas, pero justo debajo de ellos, existe un mundo de insectos que parece tomado de una película.
Ya el Bristol perdió todo el glamour que un día tuvo, y que solo cedió cuando en los años 50 del pasado siglo a la bohemia vida habanera llegaron otros hoteles como el Capri, el Riviera y el Habana Libre.
Las imágenes que nos trae Hispano Post son aún más terribles de aquellas que en septiembre del pasado año publicáramos en este sitio.
Han pasado cinco meses y todo sigue igual.
Los vecinos se quejan, pero dicen que nadie viene, nadie regula nada, pero a cada rato algún vecino tiene que ser ingresado en el policlínico.
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