"A falta de pan, casabe", dice uno de los dichos más populares entre los cubanos, y es que si algo saben hacer los ciudadanos de la Isla es buscar alternativas y "sustitutos" cuando no pueden aspirar a lo ideal.
Esa frase es aplicable también a un boom que parece haber llegado para quedarse en Cuba: la joyería de "acero quirúrgico"; se trata de joyas de todo tipo (gargantillas, pulseras, anillos, cadenas) elaboradas con un material que oro parece pero no es.
No es oro, "pero viste", dice una de las entrevistadas, y entre tanto, va sirviendo de lucimiento de quienes no se pueden permitirse acceder a joyas caras en la Isla.
Importadas de países como Panamá, Ecuador y EE.UU. (porque en Cuba no se producen), las joyas de acero quirúrgico están diseminadas por todo la Isla, pero ojo, algo hay en ellas, o más bien en su auge, que empieza a incomodar al Gobierno cubano, que estaría tentado, según afirma este reportaje de Martí Noticias, de "prohibir su venta".
Ello quiere decir que la comercialización por cuenta propia de joyas de acero quirúrgico en Cuba podría acabar igual que la venta de ropa: condenada a la ilegalidad.
La causa probable de su prohibición podría estar relacionada con la facilidad que tiene para importarse al país, lo que estaría provocando un ¿enriquecimiento desmedido? entre los cuentapropistas que se dedican a su venta o una falta de control, se atreven a decir algunos.
En todo caso, lo cierto es que el acero quirúrgico podría acabar condenado al clandestinaje: como la venta de ropa o las salas de cine 3D. Una candidata más al listado de prohibiciones absurdas.
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