Experto español: "Hay que descartar cualquier probabilidad de apertura democrática en Cuba”

En pausado y elocuente análisis de poco menos de cuatro minutos de duración, el español Carlos Malamud, quien es experto en América Latina e investigador principal del Real Instituto Elcano, analiza la figura de Miguel Díaz-Canel como inminente sucesor de Raúl Castro al frente de la presidencia de Cuba.

Aunque nominalmente será la primera vez que un Castro no se encuentre al frente del país, lo que supone que la Isla atraviesa momento un clave en su desarrollo histórico, la pregunta es ¿Qué supondrá realmente la nueva presidencia para los cubanos?

Carlos Malamud recuerda que con su llegada a la presidencia Raúl Castro inició un lento proceso de reformas económicas, que actualmente atraviesa un proceso de parálisis, no solo por la llegada de Donald Trump al poder en Estados Unidos, sino también por las dificultades que ha generado la propia puesta en práctica de las reformas.

El experto en América Latina considera que al estancamiento del proceso reformista también ha contribuido una especie de vértigo que provocó la visita de Obama a la Isla entre la élite dirigente del país.

Raúl Castro propuso como sucesor desde hace tiempo a Díaz-Canel, quien en un primer momento parecía una persona “aperturista”, amante del rock, de las motocicletas y con posturas más abiertas.

Sin embargo, Malamud destaca que en los dos últimos años Díaz-Canel ha radicalizado su postura y ha endurecido su posición, por ejemplo, contra la prensa que se muestra más crítica con el Gobierno cubano.

Al mismo tiempo se ha acercado a los sectores más representativos de la “ortodoxia revolucionaria”, con lo cual su radicalización es la evidencia de la debilidad de las posiciones reformistas hacia el interior del Gobierno cubano. Encima, Díaz-Canel tendrá que convivir con Raúl Castro como secretario general del Partido Comunista .

Por tanto, pese a que Carlos Malamud considera que es indudable que el momento tiene peso histórico, al mismo tiempo descarta que se vaya a traducir, a corto plazo, en una auténtica apertura democrática en Cuba.