La antigua sede de El Mundo, primer periódico moderno de Cuba, se encuentra al borde del derrumbe, con el colapso hace pocos días de su cubierta y el visible estado de abandono de sus instalaciones, informó la Televisión Cubana.
En un reportaje para el Canal Habana, vecinos manifestaron su preocupación por el posible derrumbe de la estructura en una zona tan transitada como la comprendida por el edificio, situado en las calles Águila y Virtudes, en el capitalino barrio de Colón, Centro Habana.
Antonio Cuesta, residente de la barriada, no solo ha vivido por muchos años frente al inmueble, viéndolo deteriorarse, sino que también trabajó en los interiores del local en el momento de la concepción del periódico.
Un estruendo estremeció el lugar hace unos días, cuando el techo del edificio se desplomó como resultado de las intensas lluvias. La estructura cayó dentro de los límites de la edificación, pero pedazos de escombros lograron alcanzar a una de sus aceras.
Con el tiempo, el edificio pasó de ocupar una función a otra, hasta que las autoridades locales proyectaron su rehabilitación para transformarlo en un preuniversitario urbano. Pero esto nunca sucedió, años de abandono y vandalismo convirtieron el lugar en inhabitable y hoy se encuentra apuntalado en su totalidad.
Según recoge el reporte, una persona no identificada se encuentra custodiando el edificio, pero se desconoce con qué intenciones.
La historia del diario El Mundo en Cuba
El Mundo lanzó su primera tirada en La Habana en abril de 1901, convirtiéndose en el primer rotativo con características de la empresa periodística moderna en Cuba. El medio nació en representación oficial del Partido Nacional Cubano (PNC) y bajo la dirección de su propietario, José Manuel Govín.
De acuerdo con una reseña de la enciclopedia cubana Ecured, El Mundo adoptó formas y temas populistas, con un sentido esencialmente informativo, para acercarse a las expectativas del lector medio.
En esa etapa solo tenía cuatro planas a cuatro columnas; pocos años más tarde, alcanzó cuarenta y cuatro páginas a ocho columnas. Más tarde introdujo en la prensa cubana el grabado como elemento gráfico complementario, y también la crónica social diaria. Además, fue pionero en la presentación de tricromías y anuncios en colores. En él también se organizó la Prensa Unida de Cuba, incipiente agencia de noticias de factura nacional.
Como órgano oficial del PNC, estableció polémicas con Diario de la Marina, Unión Constitucional y El Nuevo País. Además, expuso sus posiciones políticas contra la implementación de la Enmienda Platt.
El Mundo fue el primero en enviar un corresponsal cubano al extranjero, Manuel Márquez Sterling, quien formó parte del grupo de miembros de la Asamblea Constituyente de 1901. Sterling viajó a Estados Unidos para discutir con el presidente Mc Kinley la Enmienda Platt.
Su eslogan era “El periódico del hogar cubano” y mantenía un discurso que abogaba por la identidad y la unidad nacional, y con posiciones políticas críticas y moderadas.
En la era de Machado, el periódico comenzó a manifestarse en contra de la dictadura, por lo que fue clausurado en enero de 1931. El día 30 del mismo mes apareció nuevamente, pero con el nombre de Ahora y la dirección de Guillermo Martínez Márquez. En 1935 volvió a ser censurado por decreto de los generales Fulgencio Batista y Eleuterio Pedraza.
Después del triunfo de la Revolución, los directores de El Mundo abandonaron el país y en 1968 pasó a ser Taller de la Escuela de Periodismo de la Universidad de La Habana, donde los estudiantes realizaban prácticas profesionales.
En la noche del 19 de febrero de 1969 un incendio destruyó la sede del periódico. La biblioteca, los archivos con la colección completa de sus números y los de la revista El Fígaro, alrededor de 300 000 fotografías y 100 000 grabados fueron devorados por el fuego.
El Mundo continuó circulando desde el día posterior al incendio hasta el 5 de abril de 1969; en su última edición anunciaba: “El Mundo se integra a las filas de Granma”.
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