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La crisis económica en Cuba sigue dejando historias conmovedoras que reflejan la lucha diaria de las familias por sobrevivir.
En esta ocasión, el periodista José Luis Tan Estrada compartió en Facebook la historia de Kevin, un niño de 9 años de Camagüey que vende pomos de shampoo en la calle para mantener a su mamá y a su hermanito de 7 años.
Tan lo describió como un “pequeño gigante”, vestido con el short de su uniforme escolar, ofreciendo los productos en una cafetería. Intrigado, se acercó a él y mantuvo una breve conversación que dejó al periodista conmovido.
Al ser abordado por el periodista, Kevin explicó su actividad con naturalidad: “¿Qué estás haciendo?”, le preguntó Tan, “Vendiendo unos shampoo”, respondió el niño.
Al insistir sobre el motivo de la venta, Kevin explicó: “Para comprarle comida a mi mamá y a mi hermanito, que tiene 7 años, y también para comprarme un paquete de pellys”.
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La hora ya marcaba las 12:30 p.m., y al preguntarle si había almorzado, Kevin simplemente respondió: “No”.
El periodista decidió comprarle una merienda y notó cómo el niño guardaba cuidadosamente la mitad. Al preguntarle por qué lo hacía, Kevin explicó: “Para llevárselo a mi mamá y a mi hermanito”.
“Kevin se fue con su jaba verde llena de pellys, dulces, confituras, y un poco de dinero, para que, aunque sea por hoy, pudiera jugar en la calle con los niños del barrio, y no estuviera vendiendo shampoo”, relató Tan.
“Aclaro que esta publicación no tiene nada de romántica, estoy exponiendo una realidad que está a la vista de todos y cada día hay más en Cuba”, subrayó el periodista en la sección de los comentarios.
Este pequeño, obligado a cargar el peso de su hogar, mostró una empatía y madurez inusuales para su edad, reveladas en sus respuestas directas y sinceras, marcadas por un profundo amor y responsabilidad hacia su familia, que lo llevan a sacrificar su niñez en busca de lo esencial.
Sin embargo, su historia es otro recordatorio de la desesperada situación que enfrentan muchas familias cubanas, especialmente los más vulnerables, en medio de una crisis económica que no parece tener fin.
Es también una alarma del peso injusto que muchos niños cargan sobre sus hombros, en un contexto donde su inocencia debería estar protegida, y no sacrificada por la falta de recursos básicos.
Otro caso que recientemente salió a la luz fue el de un niño de tan solo 15 años que, a pesar de tener una traqueotomía, se vio obligado a vender pizzas en las calles de Camagüey para aportar algo de dinero a su hogar.
Yaslin Lorenzo, a través del grupo de Facebook “Ventas por Cantidad en Camagüey”, pidió ayuda para un niño que, según expresó, “con una traqueotomía hecha, anda vendiendo pizza en la calle, tiene 15 años”.
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