El youtuber cubano Frank Camallerys compartió en sus redes sociales un video donde reflexiona, con tono humorístico y nostálgico, sobre algunos recuerdos de su infancia escolar en Cuba, comparándolos con la vida que lleva actualmente en España.
“No sé si soy yo el único que se quedó traumado, pero acabo de pasar por una escuela, por aquí donde yo vivo, una primaria, y digo claro, estos niños tendrán que darle un pedacito de pan a su maestra como saludaba yo”, comienza diciendo el creador de contenido, que acumula cientos de miles de seguidores en redes sociales.
En el video, grabado desde su automóvil, Camallerys recuerda que, cuando era niño, los alumnos de su escuela en Cuba “picaban un pedacito de pan y se lo ponían en la esquina de la mesa” de la maestra, junto con un poco de refresco o yogur. “Tenía un vaso de aluminio, nunca se me va a olvidar, que cada uno le llevaba un poquito de refresco que llevaba, da igual si era con gas, jugo de guayaba o yogur, esa mujer se lo tomaba”, relató.
El youtuber también mencionó otras experiencias comunes en las escuelas cubanas, como la recaudación de dinero entre los alumnos para comprar ventiladores que “todos los cursos se desaparecían”, y los tradicionales campismos escolares. “¿Harán exploración en campismo, se sabrán las señales, hacer los nudos, trepar una soga, hicieron una acampada en Ciudad Libertad?”, se preguntó con ironía.
El video, publicado en sus redes bajo el título “Traumas que me dejó el comunismo ahora que vivo en España”, superó rápidamente las miles de reproducciones y generó una ola de comentarios entre cubanos dentro y fuera de la isla.
Entre las reacciones, muchos usuarios compartieron experiencias similares de su etapa escolar en Cuba: “En mi primaria todos los cursos tenía que dar dinero para comprar ventiladores de pared”, recordó uno. “Lo del pedacito de pan no recuerdo que fuera voluntario”, añadió otro. Varios compararon la educación cubana con la española: “Aquí los llevan a excursiones pero la pagan los padres. No hay consignas ni exploración y campismo. La educación aquí es más avanzada que en Cuba”.
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En Instagram, donde Camallerys compartió el mismo video, los comentarios siguieron la misma línea. “Es increíble cómo de niños tenemos la capacidad de asimilar cosas y normalizarlas, es triste haber vivido esas cosas, pero te hace valorar muchas otras”, escribió una persona. Otra añadió: “Lo del vaso me hizo trauma en la niñez. Como olvidar a la profesora de español mezclando agua, refresco, café y todo lo que le pasara por delante y luego beberlo”. Otros usuarios lo tomaron con humor: “Vivíamos en una realidad paralela”, o “Por lo menos a mí me tocó tortica, galletitas y refresco en la merienda, pero todavía no puedo ver arroz, chícharos y huevo en la misma semana”.
El contenido fue interpretado como una forma de recordar con sarcasmo las carencias de la infancia cubana bajo el sistema comunista, sin dejar de lado la empatía hacia los maestros y compañeros de aquellos años.
El video llega semanas después de que Frank Camallerys mostrara en sus redes sociales los avances en la reforma de su nueva casa en Madrid, proyecto que, según contó a sus seguidores, ha sido “uno de los más emocionantes y costosos” de su vida. En ese video, publicado el 2 de diciembre y recogido por CiberCuba, el creador destacó que pronto podrá mudarse definitivamente a su nuevo hogar, con “excelente iluminación natural y una terraza”.
Traumas recurrentes entre cubanos emigrados
El fenómeno de los “traumas” o choques culturales al dejar Cuba se ha convertido en un tema frecuente entre creadores cubanos en redes sociales.
En enero de 2024, la tiktoker Anita Mateu compartió en TikTok una pesadilla recurrente que tituló “Trauma del inmigrante cubano”: soñar que regresa a Cuba y no puede volver a salir. Decenas de usuarios confesaron haber tenido sueños similares.
Meses después, la creadora life_byanita publicó otro video viral titulado “Soy cubana y…”, donde relató costumbres que mantiene pese a vivir fuera de la isla, como guardar envases o exprimir al máximo las esponjas de cocina. “Siempre estoy guardando cosas por si alguien va a Cuba”, dijo en tono de humor.
En junio de 2025, el youtuber Michel Crónicas protagonizó otro video viral desde México al preguntar en un supermercado “¿Cuántos me puedo llevar?”, al descubrir que podía comprar sin límites. Su contenido, que mezcló sorpresa, humor y crítica, fue ampliamente compartido por reflejar el impacto emocional que provoca la abundancia después de vivir en la escasez.
Y en noviembre de 2024, la tiktoker Kelu, una cubana en México, aseguró sentirse “feliz de no tener que hacer matutino más nunca en mi vida”, al recordar las rutinas escolares y los trabajos “voluntarios” en Cuba.
Estos relatos, con distintos tonos y escenarios, comparten un mismo hilo: el contraste entre las vivencias cotidianas dentro de la isla y la vida fuera de ella, que muchos cubanos describen como un proceso de adaptación marcado por la memoria, la nostalgia y, a veces, el humor.
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